miércoles, 12 de marzo de 2014

NUESTRA LENGUA "BENDICE O MALDICE"



Proverbios 18:21 La muerte y la vida están en poder de la LENGUA, 
y el que la ama comerá de sus frutos.

Este es uno de mis temas favoritos podría decirse, hablar sobre lo poderoso que es este pequeño musculo del cuerpo pero que a la vez posee un poder enorme, según lo usemos LA LENGUA.
 La bendición y la maldición son el resultado de lo que dice nuestra lengua: hablamos bien (bendición, bien decir) o hablamos mal (maldición, mal decir). La Biblia enseña que la lengua tiene PODER y puede dar vida o muerte con las palabras. La BENDICION es una oración a favor, mientras la MALDICION es una oración en contra. La bendición es una acción benéfica, pero la maldición es una obra maléfica.

Cuando alguien expresa rencor, ira, venganza, celos, burlas, desprecio... y maldice a alguien, está enviando sobre esa determinada persona exactamente lo que siente. Muchos se refieren a este fenómeno psíquico-espiritual como "mala onda, mala energía, mala suerte, maldad encarnada, malo espíritu, embrujo, encantamiento, maldición..." De la misma manera si se tiene sentimientos buenos y se declara palabras buenas, se estará enviando sólo cosas buenas hacia la persona, esto es: Bendición.


 HAY ASESINOS EN LA IGLESIA DE JESUCRISTO

1 Juan 3:15 Todo aquel que aborrece a su hermano es HOMICIDA;
y sabéis que ningún HOMICIDA tiene vida eterna permanente en él.


Aborrecer el hermano = homicida (asesino). Si alguien aborrece al hermano está sintiendo cosas muy malas hacia él y estos sentimientos no son inspirados por el Espíritu de Dios, sino por la maldad del corazón del hombre y por la infiltración de demonios. Aborrecer es lo mismo que odiar, despreciar, desconsiderar, rechazar, no recibir, no aceptar, cortar, anular, ignorar, desear que no exista, no querer ver ni escuchar, no querer saber nada de la persona, no tenerla en cuenta... resumiendo: aborrecer a alguien tiene muchos niveles de sentimiento y gravedad, pero si no se detiene la maldad, ésta llegará a sus extremos de desear la muerte del otro o llegar a pensar que si estuviera muerto sería mejor.

Marcos 12:30 Y AMARAS al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento. 12:31: Y el segundo es semejante: AMARAS a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que éstos.

El mandamiento correcto y verdadero insiste que sólo hay lugar para el AMOR, cualquier otro sentimiento se sale de la voluntad de Dios para sus hijos y para su iglesia. Al tener sentimientos y pensamientos de rechazo o muerte hacia alguien, también se declaran palabras de esa categoría. Además la persona a la cual se aborrece experimenta una serie de actitudes negativas hacia ella que la maltratan y deterioran gravemente la relación. Aun aquellas personas que están en la distancia, con la cual no se tiene contacto directo, están recibiendo sobre sus vidas esa espiritualidad maligna enviada por quienes las aborrecen y maldicen.

Juan 13:35 En esto conocerán todos que sois mis discípulos,
si tuviereis AMOR los unos con los otros.

El verdadero fluir del Espíritu Santo está fundamentado en el AMOR. Si se envía maldición sobre el hermano, se le está enviando espíritus de demonios, se le está haciendo guerra espiritual contraria, se está debilitando al hermano en su alma-espíritu-cuerpo y ayudando a Satanás a vencerlo. Por eso es pecado de homicidio, esto tiene que ver primeramente con la muerte espiritual, corriendo grandes riesgos de sufrir también la muerte física.

¡Cuidado! Se puede dar vida o se puede llegar a matar una persona, con tan solamente desearlo y declararlo. Personalmente soy testigo de varios casos.


 LA PALABRA TIENE PODER ESPIRITUAL

Juan 6:63 El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha;
las PALABRAS que yo os he hablado son ESPIRITU y son vida.

Jesucristo enseña y explica que la palabra es espíritu. El dice: las palabra que yo os he hablado - refiriéndose a lo que había dicho anteriormente en el relato bíblico. Pero observando detenidamente las palabras del Maestro, aquí también nos revela y confirma un gran misterio del reino: significa que LA PALABRA DECLARADA es un PODER ESPIRITUAL que puede dar VIDA o MUERTE, exactamente como se expresa en Proverbios 18:21. Es el resultado externo (visible) que expresa el poder interno (invisible) de la espiritualidad.

Esta regla espiritual de DECLARAR LA PALABRA y ACTIVAR EL ESPIRITU se aplica a:
- la Palabra de Dios en la boca de Jesucristo;
- la Palabra escrita en La Santa Biblia que es El Verbo de Dios;
- la Palabra de Dios en la boca de un cristiano;
- la profecía, la alabanza, la oración, la intercesión;
- y cualquier palabra dicha por boca de cualquier persona (creyendo, con fe).


 LA AUTORIDAD DE LA LENGUA

2 Samuel 23:2 El Espíritu de Jehová ha hablado por mí,
y su PALABRA ha estado en mi LENGUA.

Cuando declaramos ciertas palabras dichas con FE, con fuerte motivación y convicción, las cosas suceden, a veces para bien y a veces para mal. ¿Por qué? Porque hay poder de mando en las palabras, hay autoridad espiritual. Cuanto más influencia o poder espiritual tenga una persona, sea buena o sea mala, tanto más ocurrirá lo que ella declare. La bendición es la manifestación de una buena espiritualidad, de un corazón correcto y amoroso inspirado y respaldado por el Espíritu de Dios. La maldición es la manifestación de malos espíritus, de acorde a lo que se pronuncia y declara.

Jeremías 23:31 Dice Jehová: He aquí que yo estoy contra los profetas
que endulzan sus LENGUAS y dicen: Él ha dicho.

Dios usa la boca del hombre para expresarse. También el hombre usa su propia boca para hacer declaraciones materialistas o espirituales. Observamos estos tres casos:
- Cuando un hijo de Dios (esto es para un cristiano en comunión y santidad) habla En El Nombre de Jesús, el resultado de su declaración será por la obra y el poder del Espíritu Santo, su declaración actuará como una voz de mando que activará a los ángeles a su favor.
- Cuando un cristiano habla inspirado por la maldad de su corazón, o cuando declara palabras proféticas que Dios no mandó, se activan espíritus de demonios para llevar a cabo la orden.
- Cuando es el hombre (cristiano o no) quien declara palabra benigna o maligna de su corazón, los ángeles y los espíritus inmundos se mueven según la orden que reciben, según lo que se declara.


USAR BIEN LA PALABRA

2 Timoteo 2:15 Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado,
como obrero que no tiene de qué avergonzarse,
que usa bien la PALABRA de verdad.

La PALABRA es un poder y una autoridad espiritual que Dios ha dado al hombre. Es RESPONSABILIDAD del hombre aprender a usarla correctamente para su beneficio, para beneficio de su prójimo, para beneficio del Cuerpo de Cristo. La PALABRA es un arma espiritual para ataque y defensa poderosísima. Todos, absolutamente todos tienen el don de la PALABRA, unos más y otros menos pero ciertamente todos lo tienen.

Si hay pecado en la boca del hombre, se combate a través del arrepentimiento genuíno y cambiando la actitud hacia Dios y hacia los demás. Si hay dificultad en sobreponerse al pecado, entonces se debe pedir ayuda a los ministros y al cuerpo de guerreros intercesores de la iglesia local. La lengua del cristiano debe ser limpia, justa, sincera, verdadera, santa: como la de Jesucristo. Usemos nuestras bocas y las palabras para declarar Salvación para las almas. Declaremos Amor, declaremos Santidad, declaremos Bendición. Declaremos poderosa Victoria sobre el pecado y sobre todos nuestros enemigos, en el Nombre de Jesús. Amén.

1 Pedro 4:11 Si alguno HABLA, HABLE conforme a las PALABRAS de Dios;
si alguno ministra, ministre conforme al poder que Dios da,
para que en todo sea Dios glorificado por Jesucristo,
a quien pertenecen la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén.

Salmo 126:2 Entonces nuestra BOCA se llenará de risa,
Y nuestra LENGUA de alabanza;
Entonces dirán entre las naciones:
Grandes cosas ha hecho Jehová con éstos.
126:3 Grandes cosas ha hecho Jehová con nosotros;
Estaremos alegres.

AMEN!

No hay comentarios.:

Publicar un comentario