domingo, 31 de agosto de 2014

SEAMOS SERVIDORES DE CORAZON



Juan 13:15-17
“Les he puesto el ejemplo, para que hagan lo mismo que yo he hecho con ustedes. Ciertamente les aseguro que ningún siervo es más que su amo, y ningún mensajero es más que el que lo envió. ¿Entienden esto? Dichosos serán si lo ponen en práctica”

Todos estaban felices ¡Claro! ¿Cómo no estarlo? Si esta noche era muy especial. El lugar estaba confirmado, la comida y las bebidas estaban listas. Uno a uno empezaron a llegar los invitados, el anfitrión miraba con alegría a quienes iban entrando al lugar. Ellos eran sus amigos, sus compañeros, lo más cercanos, aquellos que vivieron muchas experiencias junto a él. Pronto estaban todos los que debían estar, los hace pasar a la mesa, no sólo para comer, también para compartir, así se acostumbraba en su lugar natal. Charlas, risas y hasta lágrimas fueron parte de la velada, el ambiente estaba lleno de amistad. Casi al final de la noche, el anfitrión es interrumpido por uno de sus sirvientes, algo insólito había sucedido. Un hombre estaba tirado en la entrada de la casa, había perdido el conocimiento y estaba semidesnudo, su cuerpo a la vista se mostraba sucio y maltratado, parecía no haber probado alimento en días, y de él emanaban los más fétidos olores como evidencia de su desaseo. Era una escena desagradable, todos los asistentes censuraban el por qué de esta situación. ¿Cómo era posible que este miserable haya arruinado la velada? ¿No podía haber elegido otro lugar para fenecer? De pronto, en una acción extraordinaria, sin que nadie lo imaginara siquiera, el dueño de casa deja su comodidad para acercarse a aquel individuo que yacía inconsciente en el suelo, pide a su siervo que lo ayude y juntos proceden a entrarlo al salón, rápidamente el hombre es atendido, el anfitrión personalmente cura sus heridas, moja una toalla y frota su cuerpo, no con repulsión, sino como aquella madre que baña a su pequeño, con ese amor inigualable lo limpia. Ordena traer ropas suyas para cubrir la desnudez de aquel indigente y lo invita a comer. Aquel acto marcó el evento, nadie jamás podrá olvidar aquella noche.

¿Puedes imaginar la reacción de los invitados? ¿Cómo se debe haber sentido aquél hombre por la atención que recibió? ¿Qué habrías hecho en una situación similar?

Cuán impactante debe haber sido para los discípulos ver a su Maestro inclinarse ante ellos para lavar sus pies, no porque nunca hubieran esperado de Jesús una actitud semejante, sino porque la mente de ellos no estaba preparada aún para recibir algo así, ya que esa era una tarea propia de esclavos, de gente inferior y sin derechos. Pocos minutos antes habían cenado y compartido, con la misma amistad que a su grupo caracterizaba, seguramente cantaron, hicieron bromas y por supuesto hablaron del Reino, pero nunca se imaginaron que aquella velada terminaría en una lección tan importante que los marcaría de por vida.

Jesús nos deja una gran enseñanza de humildad. Ser Dios no lo detuvo en su deseo de servir. Él también nos llama a servir, y como siervos, nuestra posición debe ser la correcta. Servir a los demás es sólo una consecuencia de nuestro amor hacia Dios, es servirle también a Él, es obedecer y ser fiel a sus mandatos.

Preguntate:

¿De qué manera habló Dios a tu vida con este devocional?
Jesús nos enseña un modelo de servicio ¿De qué maneras tú podrías servir a los demás?
¿Estarías dispuesto a repetir el lavado de los pies que hizo Jesús con tus amigos?


Querido Dios, ayúdame a ser más humilde y cada día poder parecerme más a Jesús. Permíteme ser un siervo que en todo tiempo te honre, te obedezca y te sea útil. En el nombre de Jesús. Amén.

sábado, 30 de agosto de 2014

GRACIA Y VERDAD


Juan 1:17 no es un rechazo a Moisés y ni a la ley, ni quiere decir que “la gracia" no estaba disponible dentro de la ley. Aquí el contraste no es de la ley contra la gracia y la verdad, porque ambas vienen del mismo Dios de gracia. El contraste está entre los verbos fue dado y vino. La verdad de Dios fue dada por medio de la ley, pero vino por medio de Cristo. (ejemplo, el Verbo se hizo carne). La diferencia trata de grado y personalización. La verdad y gracia que viene por medio de Jesús es una realidad completa y personal. De hecho, Cristo añadió a la gracia que ya había sido concedida a través de la ley.

El argumento más poderoso para la profundidad del compromiso de la iglesia primitiva con la verdad y gracia no es que ellos estaban comprometidos cuando todo era nuevo y emocionante. Su compromiso parecía más poderoso en medio de los momentos más severos. Este compromiso sólido nos revela que la verdad se había convertido en un ingrediente ambiente grabado en el ADN de la iglesia primitiva.

Antes de proseguir, hay que mencionar algo sobre un ambiente de verdad. Probablemente has notado que hablo con frecuencia de un ambiente de verdad al usar la frase “verdad y gracia" (o “gracia y verdad"). Resulta que cultivar este ambiente requiere compromiso para aceptar tanto la verdad como la gracia. Si una carece de la otra, habrá disfunción. Déjame explicar…

En Juan 1:17, se nos ha dicho: "pues la ley fue dada por medio de Moisés, mientras que la gracia y la verdad nos han llegado por medio de Jesucristo". A través de los Evangelios, podemos ver la vida y mensaje de Jesús proclamando la verdad y gracia de Dios. De hecho, él nunca le dio la espalda a la proclamación de la verdad porque el mensaje central de la verdad no trata de otra cosa que no sea la gracia de Dios.

La iglesia primitiva también siguió el camino hasta aquí. Nota cómo la gracia es central para su enseñanza de la verdad:

"Los apóstoles, a su vez, con gran poder seguían dando testimonio de la resurrección del Señor Jesús. La gracia de Dios se derramaba abundantemente sobre todos ellos" (Hechos 4:33).

"Cuando él llegó y vio las evidencias de la casa de Dios, se alegró y animó a todos a hacerse el firme propósito de permanecer fieles en el Señor."(Hechos 11:23)

"Cuando se disolvía la asamblea, muchos judíos y prosélitos fieles acompañaron a Pablo y a Bernabé, los cuales en su conversación con ellos les instaron a preservar en la gracia de Dios"(Hechos 13:43).

"En todo caso, Pablo y Bernabé pasaron allí bastante tiempo, hablando valientemente en el nombre del Señor, quien confirmaba el mensaje de su gracia, haciendo señales y prodigios por medio de ellos."(Hechos 14:3)

"Como Apolos quería pasar a Acaya, los hermanos lo animaron y les escribieron a los discípulos de allá para que lo recibieran. Cuando llegó, ayudó mucho a quienes por la gracia habían creído,28 pues refutaba vigorosamente en público a los judíos, demostrando por las Escrituras que Jesús es el Mesías." (Hechos 18: 27-28)

En su despedida de Pablo a la iglesia de Éfeso: "Ahora los encomiendo a Dios y al mensaje de su gracia, mensaje que tiene poder para edificarlos y darles herencia entre todos los santificados." (Hechos 20:32).

A través de la historia del cristianismo, la gracia y verdad han perdido equilibrio y en ocasiones la iglesia usado sus dos manos para afianzar la una a la otra. Claro, enfatizar a una excesivamente mientras se pierde énfasis en la otra puede llevar a la disfunción. Piénsalo:

Cuando los creyentes hacen énfasis excesivo sobre la gracia y le quitan énfasis a la verdad, se vuelven mentirosos. ¿Por qué? Porque, sin verdad, la gracia deja de ser gracia; es tan sólo un sentimiento cobarde de bienestar que rehúsa confrontar asuntos fuertes. Carece de poder.

Cuando los creyentes hacen énfasis excesivo sobre la verdad y le quitan énfasis a la gracia, se vuelven abusivos. ¿Por qué? Porque, sin gracia, la verdad deja de ser verdad: sólo quedan la dura realidad de nuestra depravación absoluta y de la rectitud perfecta de Dios. Y ambas se convierten en un garrote enorme para intimidar a la gente.

Sin embargo, pareciera como si la iglesia primitiva supiera cómo agarrase a ambas. La iglesia no era perfecta, pero es evidente que la verdad y gracia eran respaldadas de forma equitativa. ¿Cómo fue la que iglesia primitiva lo pudo lograr? Jesús les enseñó a hacerlo. Por lo tanto, como la gracia y verdad vinieron a través de Jesús, echemos un vistazo más cercano a cómo Jesús cultivó este ambiente dentro de su ministerio en la tierra.

BENDICIONES

viernes, 29 de agosto de 2014

CADA DIA ES UN NUEVO COMIENZO

Puedes hacer que nazca algo nuevo hoy, que haya un nuevo comienzo y una nueva experiencia en tu vida.¡Anímate al desafío de Dios!

Salmos 118: 24. Este es el día en que el Señor actuó; regocijémonos y alegrémonos en él.

Cada día es un nuevo comienzo. No sé cuántos días le quedan a tu año, ni cuánto falta para tu próximo cumpleaños pero lo cierto es que este día nunca más volverá a repetirse. Eso lo hace un día vital para el futuro de tus días. Hay que aprovecharlo y para eso hay que recobrar fuerza y volver a proponernos sueños y logros. También hay que renovar el compromiso y trabajar hoy de la manera más inteligente para que el mañana se presente más prometedor. Todos los días se abre una flor, nace una mascota y un cantor. Tú puedes hacer que algo nazca hoy, que haya un nuevo comienzo y una nueva experiencia. Puedes empezar una amistad o hasta si no conoces al amor de tu vida puede ser hoy el día que lo encuentres al dar vuelta a la esquina.
Alguien me dijo que los compromisos más fuertes en la vida de las personas son aquellos que se toman día tras día, una y otra vez. A cada momento estamos poniendo nuestros compromisos en juego y nuevamente tenemos que decidir si hacer lo que sabemos que es lo correcto o hacer lo contrario. Una y otra vez tendremos que acercarnos al Señor y depositar nuevamente nuestra confianza en él. Piensa en las decisiones que ya tomaste en este año sin importar si hasta ahora ya hiciste algo al respecto, revisa cada buena decisión que en este momento recuerdes y tómalas de nuevo.

Toda gran decisión es una suma de pequeñas decisiones que tomamos una y otra vez.
¿Con cuáles de mis decisiones y proyectos para este año tengo que comprometerme de nuevo?

Gracias Señor, por cada nuevo día. Gracias por la infinidad de posibilidades que cada día trae consigo. Dame fuerza para seguir cumpliendo los proyectos que me has dado.

BENDICIONES

jueves, 28 de agosto de 2014

¿EL CIELO EN LA TIERRA?

Apocalipsis 19:9. El ángel me dijo:
Escribe: “¡Dichosos los que han sido convidados a la cena de las bodas del Cordero!”


Cuando era mas joven y escuchaba a los que dirigían las reuniones decir que el cielo sería como quedarnos cantando en la iglesia por la eternidad, me daban ganas de gritar ¡Noooooo, por favor! ¡No quiero ir al cielo! Hasta recuerdo habérselo dicho a mi mamá. Con muchas risas ella me explicó que el cielo no era una reunión en un templo. Me dijo que era mejor que la mejor fiesta de cumpleaños que se me pudiera ocurrir y que estaba lleno de muchas sorpresas que no podíamos imaginarnos cómo iba a ser. Me quedé pensando en la fiesta de cumpleaños y llegué a la conclusión de que el cielo iba a ser divertido, emocionante y, claro, lleno de comida. Hace poco escuchaba una canción de Steven Curtis Chapman que se llama: "El cielo en la tierra" y recordé esta experiencia que había quedado grabada en mi memoria. Al salir a la superficie mi ocurrencia cobró un nuevo sentido. Sí el cielo es una fiesta, en la tierra debe ser igual y así debe ser la iglesia. Pero miramos la historia y es como si se hubiera cortado la luz en medio del cumpleaños. Hemos perdido tanto de ese espíritu gozoso que Dios intentó imprimir en su pueblo. Si pensamos bien quiénes son los que van a estar en la fiesta de los cielos es fácil saber que sí queremos un cielo en la tierra debemos perdonar a quienes no se lo merecen, dar consuelo a aquellos que les hace falta y preparar comida para los que están hambrientos. Traer el cielo a la tierra es festejar según la gracia de Dios con aquellos que Dios ama. Aun Cristo comparó su reino con una fiesta de bodas (Mateo 22:2-4). Pero muchas veces la iglesia es más parecida a un velorio que a una fiesta. ¡Cambiemos! Seamos una iglesia que sepa compartir con los que no tienen, perdonar a los que no se lo merecen y busquemos más motivos y formas para festejar el amor de Dios. Algunos confunden ser espiritual con ser aburridos. Ambas cosas no tienen nada que ver. ¡Ser espiritual es estar lleno de fiesta!

¿Cómo llevar la fiesta de conocer a Dios a donde no lo conocen?
¿Cómo puedo traer el cielo a mi familia y mis amigos?

Querido Rey, gracias por la fiesta. Gracias por la promesa del cielo y porque podemos empezar a disfrutar aquí mismo de todas tus bendiciones. Lléname de gozo para que pueda ser un testimonio de que en verdad te conozco.

Amen 

miércoles, 27 de agosto de 2014

EL CAMALEON

Santiago 4:4-5.
 ¿No saben que la amistad con el mundo es enemistad contra Dios? Si alguien quiere ser amigo del mundo se vuelve enemigo de Dios. ¿O creen que la Escritura dice en vano que Dios ama celosamente al espíritu que hizo morar en nosotros?

El camaleón tiene la capacidad de mimetizarse. Esta facultad le permite al animal cambiar de color y confundirse con la vegetación que lo rodea. Poniéndose del color de las hojas y las plantas dónde vive, evita que otros animales e insectos molesten e interrumpan su intimidad.

Muchos adolescentes cristianos parecen tener la capacidad de mimetizarse como el camaleón según donde se encuentren. Si están en la iglesia, son cristianos almidonados de aquellos que dicen: "El celo de Jehová me consume", cantándole al Señor con cara de telenovela. Si están fuera de la vista de otros cristianos son playboys y mujeres fatales.

Al principio esta costumbre parece divertida. Quedas bien con todo el mundo y no tienes problemas ni en casa ni en la escuela. Pero tarde o temprano todo sale a la luz. Dice la Biblia: "No hay nada oculto que no haya de ser manifestado" y es totalmente cierto. Así me pasó a mí y varias veces pasé de ser un héroe a un hazmerreír en un solo "abrir y cerrar de ojos". Mimetizarnos con el mundo es crear una amistad con todas las cosas que están contrarias al plan de Dios para nuestras vidas. Es que no se puede notar que somos cristianos si hablamos, nos relacionamos, vestimos y hacemos todas las cosas que hacen los que no son de Cristo. Y no estoy hablando de que debemos ser unos marcianos porque vivimos en este mundo. Pero nuestros valores deben ser diferentes y eso debe impactar nuestras costumbres.

Un día encontré en mi Biblia los versículos de Santiago y fue como si el apóstol hubiera imaginado mi cara y me los hubiese escrito exactamente a mí: "Acérquense a Dios, y él se acercará a ustedes" Santiago 4:8. Cuando me mostré seguro de mis creencias frente a mis amigos no cristianos es cierto que primero hubo algunas burlas pero pronto ellos mismos me aceptaron con más respeto. Después de todo yo era lo suficientemente valiente como para ser diferente.

¿Te estás mimetizando dónde quiera que estés? Vamos, no seas camaleón.

¿Qué es mimetizarse?
¿Con quién tengo una mejor amistad: Dios o el mundo?


Querido Dios, quiero acercarme a ti. El mundo no es más que un montón de intereses cruzados, pero tú me amas de verdad. Necesito mayor fuerza para no mimetizarme y ser lo suficientemente valiente para ser diferente. Quiero que se note que tengo tus valores dentro de mí.

BENDICIONES