viernes, 14 de febrero de 2014

¿DÍA DEL SAN VALENTÍN? O ¿DÍA DEL COMERCIO?


Nosotros debemos escoger las formas en que celebramos el amor que existe en nuestra relación
Las celebraciones deben ser parte de la dinámica de vida de toda relación. Es saludable festejar los logros obtenidos en cualquier campo y sobre todo en la vida relacional. Un año de noviazgo, el primer año de matrimonio, las bodas de plata o las de Oro son momentos que merecen ser recordados



No obstante, pienso en el famoso Día de los enamorados. Qué buena estrategia de mercadeo ha resultado el inventar los famosos «días de»: Día de la madre, día del padre, día del niño, día de la mujer, día del hombre, día del profesor, día de los enamorados; cada asunto tiene su día. Las fechas logran reducir la expresión máxima del amor a un día al año y eso es preocupante.




Considere, por ejemplo, la navidad. Cada vez que llega esta fecha las familias se unen, se respira paz y en todo el mundose gastan miles de millones en regalos. Ni bien comienza enero, sin embargo, las familias se dividen y las rencillas y conflictos vuelven a ser el pan de cada día en muchos hogares. ¿Por qué? Porque ese día es más significativo por el mensaje que le imprime el mercadeo que por la esencia que representa. 




Ante esta tendencia haríamos bien en responder a esta pregunta: "¿espero un día al año para amar con toda la vida, o vivo una vida amando intensamente cada día?" Más allá del juego de palabras, esta frase representa un desafío para cada uno de nosotros. Esta sociedad reduccionista nos impulsa a restarle valor al día a día, oculta los propósitos correctos de las celebraciones y nos orienta a simple consumo de bienes y servicios que suplantan la esencia de los sanos festejos. 




El amor debe expresarse cada día. El éxito en las relaciones de pareja no debe estar cimentado en recuerdos puntuales de algunos eventos aislados al año. Debe basarse en aquello que fuimos capaces de hacer cada día para engrandecer el amor. Por ello recomiendo mucho el libro El Desafío del Amor, de Alex y Stephen Kendrick, porque plantea la idea de trabajar todos los días para cultivar y hacer crecer el amor.




La Palabra de Dios afirma: "El Señor es bueno; su gran amor perdura para siempre" (2 Crónicas 7:3). Revela que el Señor cultiva, cada día, ese amor hacia su pueblo, insistiendo en buscarlo, aun cuando este se muestra infiel. Del mismo modo, en el matrimonio, debemos echar mano de este amor insistente que vemos ejemplificado en nuestro buen Padre Celestial. Celebremos, pero no porque así lo exige el mercado, sino porque realmente cada día es el día del amor y la amistad.
BENDICIONES A TODOS Y LOS AMAMOS EN EL AMOR DE CRISTO...
 GRACIAS POR SU COMPAÑIA Y AMISTAD EN EL BLOG

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