martes, 18 de febrero de 2014

COMO HABLA DIOS

Hebreos 1:1 
Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas,
Dios es soberano, ademas de su Poder para crear todas las cosas, tiene dominio y control absoluto de todo.

El autor de Hebreos señala que el Señor empleó "diversas maneras" para dar a conocer su Palabra. La frase revela que vistió su insistencia en darse a conocer con una maravillosa creatividad que le permitió llegar a sus mensajeros por medio de muchos caminos diferentes. 

En ocasiones, como en el caso del joven Samuel, habló por medio de sueños. Otras veces, tal como ocurrió con Ezequiel, se mostró por medio de visiones. Con Moisés decidió utilizar una zarza que ardía sin consumirse. En una ocasión, para comunicar su mensaje a Jeremías, lo envió a observar el paciente trabajo de un alfarero. Al rey Belsasar le habló por medio de un dedo que escribía sobre las paredes del palacio. En la vida del obtuso Balaam se vio obligado a servirse de un burro. Frente al desánimo de Elías descartó la violencia del viento y el terremoto, y escogió un silbo apacible. 

En la multitud de caminos recorridos observamos la inagotable creatividad de Dios, que selecciona siempre el vehículo más pertinente para transmitir su mensaje. No hallamos indicios de que prefiera un método por encima de otro, lo que vuelve aún más explicable la dependencia casi exclusiva que hemos desarrollado hoy en el sermón como único medio de comunicación. 

El relato de la historia de las iniciativas de Dios tampoco indica que él decidió hablarle a líderes que poseían solamente ciertas cualidades. Lejos de la afición que demostramos nosotros por construir el prototipo "ideal" de líder, el Señor nos desconcierta cuando intentamos encontrar el elemento común entre la multitud de sus mensajeros. Muchos de ellos no se ajustan a la imagen de líder que solemos enseñar. Fiel al principio enunciado por el apóstol Pablo, "sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte;" (1 Cor 1:27). 
Dentro de esta asombrosa variedad de mensajeros nos encontramos con la paciente confianza de Abraham, el impetuoso carácter de Moisés, la sencilla convicción de Rahab, la valiente mansedumbre de David, el lamento desanimado de Jeremías, y hasta el abierto desprecio de Jonás. Las limitaciones del mensajero no constituyen un obstáculo para el mensaje. Más bien nos llenan de asombro al comprobar que convierte a tan frágiles instrumentos en socios de sus más osados emprendimientos. 
Este cuadro debe animarnos a creer que no existen impedimentos para que Dios se comunique con nosotros. Avanzar hacia la madurez implica abrirse, una y otra vez, a las sorprendentes manifestaciones del Señor. Es dejarlo a él en libertad para que escoja los instrumentos, los tiempos y los caminos que mejor se adecuan a sus propósitos. Implica no cerrarse a nada, aun cuando en nuestra experiencia o tradición nunca lo hayamos observado actuar de esa manera.
¡Su genial creatividad no tiene fin!

EN ESTOS POSTREROS DIAS NOS HA HABLADO POR EL HIJO, A QUIEN CONSTITUYO HEREDERO DE TODO, Y POR QUIEN ASIMISMO HIZO EL UNIVERSO;
HEBREOS 1:2

BENDICIONES

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