lunes, 6 de octubre de 2014

SATANAS, " EL ENEMIGO O EL ADVERSARIO"

Satanás es un ser que puede ser tan poderosos como nosotros se lo permitamos, muchos creen que el es un ser con cuernos , cola, rojo, con una pata de caballo una de cabra, y en su mano trae un trinche, así no lo han echo creer desde que somo pequeños nuestros abuelos y familiares mucho mayores que nosotros algo como que pasa de generación en generación con respecto a satanás y su figura física, así como lo que nos inculcaron que todo lo malo que pasa es obra de el, y así es pero aquí es a donde quiero llegar , El llega hasta donde nosotros se lo permitamos, y para hacerlo no se nos va a presentar como se lo describí al principio, al contrario se tiene que presentar de una forma tan sutil y y bella para poder engañarnos y caer en sus juegos y así el pueda tener dominio sobre nosotros, se tiene que vestir como "un ángel de luz" para poder hacerlo. 

Pero los que andamos en luz no podemos dejar que el tome ventaja, nosotros ya somos libres desde que aceptamos a Cristo como nuestro Rey y Salvador, pero desafortunadamente llega a nosotros el desanimo o la tristeza y es ahí donde el empieza a trabajar y entrar a nuestra vida, pues el lo que desea es ser dueño de nuestra alma y perdamos esa gran herencia que nos prometió Jesús, LA VIDA ETERNA, estamos en este mundo y hay muchas luchas y pruebas que pasar pero es necesario pues Cristo vendrá por un pueblo sin mancha ni arruga, y estas luchas y pruebas nos son necesarias para poder llegar ala perfección que Jehova anhela de nosotros y dirás somos humanos y nadie es perfecto, es cierto pero Jehova no se refiere a la perfección física , sino ala perfección espiritual, a esa perfección es a la que se refiere Jehova y de las cual muchos se confunden al creer que es física.

Sabemos que como hijos de Dios debemos andar por fe, no por vista, como afirma 2 Corintios 5:7 y que la fe que agrada a Dios es la certeza de lo que se espera y la convicción de lo que no se ve, conforme a Hebreos 11:1. Satanás hará todo lo posible para engañar a los creyentes, pero Satanás no puede dañar al creyente que acepta y cumple la instrucción bíblica, mantiene espíritu y costumbre de oración, se mantiene sumiso a Dios y resiste al diablo.

Es bien sabido que Satanás y sus demonios son enemigos poderosos. El apóstol Pablo declaró lo que tenemos en Efesios 6:12 en donde leemos lo siguiente: Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.
Pero tampoco el creyente debe adoptar una actitud de derrota ante este poderoso enemigo. Dios capacita al creyente para vivir gozosamente en victoria sobre Satanás y todas sus fuerzas malignas. Note lo que nos dice Santiago 4:7 Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros.


El Espíritu Santo nos controla y guarda en la misma medida que nosotros nos entregamos a Dios, y nos fortalece para resistir con éxito a Satanás y sus demonios. Además Dios nos ha equipado con una armadura completa para defendernos de los ataques satánicos y así hacer práctica nuestra victoria sobre el reino del maligno. El apóstol Pablo detalla esto en la figura del soldado con el armamento completo de su época. Efesios 6:13-17 dice: Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes. Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia, y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz. Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno. Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios;
Con una protección de esta naturaleza, el creyente debe sentirse total y absolutamente seguro ante cualquier ataque de Satanás y sus demonios. Por esto encontramos textos como 1 Juan 5:18 donde dice lo siguiente: Sabemos que todo aquel que ha nacido de Dios, no practica el pecado, pues Aquel que fue engendrado por Dios le guarda, y el maligno no le toca.


Los creyentes estamos protegidos por Dios, somos templo del Espíritu Santo, tenemos a nuestra disposición una efectiva armadura espiritual en contra de los ataques del maligno, y por tanto no debemos tener temor de ser dañados por satanás y sus demonios.

Le recomiendo que se fortalezca en el Señor que madure espiritualmente. Así sometido a Dios, podrá resistir al diablo y el diablo huirá de usted.

(Rom.16:20)
Y el Dios de paz aplastará en breve a Satanás bajo vuestros pies.
  
La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos.

BENDICIONES



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