jueves, 23 de octubre de 2014

¿TENGO QUE PERDER EL TIEMPO CON ALGUIEN QUE ES REBELDE?


LA ENSEÑANZA BIBLICA EN LOS PRINCIPIANTES

(este testimonio es real, el nombre de Caty fue cambiado para guardar su identidad)

¿Por qué tengo que perder el tiempo con alguien que es un rebelde? Esa era la pregunta hecha al pastor, por una maestra llena de indignación que ya había "perdido la paciencia" con una de sus discípulas.

Caty era la discípula. Cada vez que se enojaba, decía: "¡¡¡Soy una mujer grande y no necesito una niñera!!!".

Todos se reían de la forma como Caty se expresaba. Pero en realidad, no era fácil tratar con ella. Algunos líderes en su iglesia la consideraban "un problema". Ella pensaba que a sus 30 años de edad, no necesitaba muchas instrucciones en cuanto a su forma de ser. Era una persona dura de corazón, fría de sentimientos, egoísta, llena de estudios, idealista, exigente, creía mucho en sí misma, no le gustaba que le dijeran como hacer las cosas, mucho menos que le "llamaran la atención". En fin, su carácter era un infierno.

Pero el cristianismo verdadero conlleva muchos cambios en todas las áreas de nuestra existencia, y a todos los que quieren seguir a Cristo, él mismo les dice:

San Lucas 9:23
"Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame."
Caty se sentía molesta porque, como todos al principio, era incrédula, impaciente, quejosa y rebelde. Sin embargo, aunque no le gustaba, había captado muy bien la idea: en la iglesia, ella era una "bebé" y necesitaba los cuidados de una persona crecida espiritualmente, una "niñera". 

Le habían asignado un grupo de estudio y una hermana de su edad pero avanzada en años dentro del ministerio que era su líder y maestra. Esta hermana tenía la responsabilidad no solo de atender al grupo de estudio, sino también de acompañarlos, orientarlos y disciplinarlos en todo. (Cuando se toma el ministerio en serio, ser maestro no es tarea fácil).

Esto de tener una niñera o ayo es necesario siempre y coincide con las palabras del Apóstol San Pablo cuando le decía a los Corintios en una de sus cartas a las iglesias:
1 Corintios 4:15 "Porque aunque tengáis diez mil ayos en Cristo..."


LA LECHE MATERNA DE LA PALABRA DE DIOS

La enseñanza bíblica inicial y el asesoramiento directo de un maestro es cuestión de VIDA O MUERTE para quien empieza. Se le compara a la LECHE materna que necesita el bebé para crecer y desarrollarse correctamente. Si privamos un bebé de la leche materna, entonces podrán suceder dos cosas terribles:

- el bebe muere.
- el bebe crece con deficiencias graves en su cuerpo (físico) y mente (inteligencia).

Obviamente, un bebé será atendido por médicos y se le suministrará los complementos que necesita para suplir todas sus necesidades. El bebé se salvará. Pero eso es medicina.

Qué sucede en el caso de un bebé espiritual (nuevo creyente) si le privamos de su alimento básico natural, La Biblia? Lo mismo:

- el creyente muere en la fe.
- el creyente crece con deficiencias graves en su cuerpo (espiritual) y su mente (alma).

Para ilustrar este ejemplo se dice claramente en la Biblia:


1 Pedro 2:2
"Desead, como niños recién nacidos, la LECHE espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación..."

Hebreos 5:12
"Porque debiendo ser ya maestros, después de tanto tiempo, tenéis necesidad de que se os vuelva a enseñar cuáles son los primeros rudimentos de las palabras de Dios; y habéis llegado a ser tales que tenéis necesidad de LECHE, y no de alimento sólido."

Hebreos 5:13
"Y todo aquel que participa de la LECHE es inexperto en la palabra de justicia, porque es niño..."


Después de tres años de lágrimas, discusiones, penitencias, arrepentimientos y una severa disciplina, Caty aprendió a sujetar su carne, morir a la vieja naturaleza, crucificar sus pasiones y deseos, alejarse de toda tentación, refrenar su lengua, y todo lo que tiene que ver con: aplicar uno por uno los frutos del Espíritu Santo en su día a día. ¡NO FUE FACIL! Fueron tres largos años de muchas pruebas y mucha dedicación, mucho amor de parte de Caty y principalmente de parte de su "niñera".

Gracias a Dios por esta "niñera" quien comprendió, ayudó y aun soportó a Caty en todas sus dificultades, rebeldías y caídas. Fue una gran experiencia en su carrera como maestra y sierva de Dios. Se convirtieron en "la mejor amiga" una de la otra.

Hoy, Caty, así como su maestra, comparten el ministerio y el Evangelio de Jesucristo con mucho amor, devoción y fidelidad a Dios y a sus iglesias.
Amén

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