martes, 28 de octubre de 2014

LA ESCUELA DE DIOS


APROBADOS POR DIOS.
"Cuando estaba sin Dios, las cosas me iban mal; ahora que soy cristiano, me va peor."
¡Pues, claro que sí! Dios te tiene en su ESCUELA, y estás a prueba.
¡Y más vale que salgas aprobado por Dios!
1º Pedro 4:12. Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que os ha sobrevenido, como si alguna cosa extraña os aconteciese. Amén.
Cada día el cristiano ha de pasar por experiencias y situaciones en las cuales tendrá que aplicar el conocimiento bíblico adquirido, y su confianza en Dios. Dios mismo, a través de su Espíritu Santo nos va a poner a prueba; él nos va a tomar el examen y él tendrá que darnos la aprobación final. Nada de asustarse ni asombrarse; es lo natural, le sucede a todos.
La práctica de nuestra espiritualidad, no se dará en los templos ni en los talleres de iglesias; la práctica sucederá en el trascurso de nuestra vida diaria; en los lugares que nos movemos y frecuentamos; con las personas que nos relacionamos; lejos de nuestros tutores y de aquellos con quienes nos sentimos protegidos.
Cuando se inicia el proceso, pocas personas se toman el trabajo de explicarnos qué significa, por qué sucede y cuántas cosas nos esperan. A consecuencia, muchas veces se genera un conflicto interior en los nuevos creyentes, que hace que se sientan confundidos, desesperados, desanimados, decepcionados.
Si alguien sufre vez tras vez, y no entiende lo que le pasa, las conclusiones de su mente, y su estado de alma, podrán llegar a hacer que se vuelva a la incredulidad. Muchos llegan a la conclusión que Dios, o el cristianismo "es malo", o "soy malo"; se enfrían en la fe y se apartan primero de la iglesia, luego del Espíritu Santo. Por otro lado, si alguien sufre pero desde el principio está advertido y orientado, comprenderá y se sobrepondrá hasta obtener la victoria. Esta persona pasará por la prueba y será aprobada por Dios.
LA ESCUELA DE DIOS ES:
- la sucesión de acontecimientos buenos y malos, que vivimos a diario.
- todo aquello que sirve para enseñarnos a ser verdaderos cristianos.
- moldear nuestro carácter, y personalidad, para ser como Jesús.
- conocer la Biblia, y entender su interpretación.
- hablar y actuar, según los mandamientos de la Biblia.
- practicar la santidad, y la espiritualidad.
- vivir en el Espíritu, dar frutos de Espíritu Santo.
- llenar nuestro corazón del amor y conocimiento de Dios.
- aprender a escuchar, y ser guiados por la voz del Espíritu Santo.
- practicar la comunión con el Cuerpo de Cristo.
- dar testimonio a otros, del reino de Dios.
- enseñar a otros, del evangelio de Jesucristo.
- conocer y usar, las armas espirituales.
- conocer al adversario, y adiestrarnos en la guerra.
- todo lo que aporta a nuestra edificación, en la obra del ministerio.
TODOS TENEMOS QUE PASAR POR LA ESCUELA DE DIOS:
- Dios no tiene un lugar, o un tiempo específico, para enseñar a sus hijos.
- todo tiempo y todo lugar, es bueno para aprender algo.
- todo lo que acontece, sirve para enseñarnos algo.
- aprendemos a confiar en Dios, practicamos la fe.
- Dios siempre está utilizando circunstancias, y personas para enseñarnos.
- tenemos la oportunidad de poner en práctica, todo lo que vamos aprendiendo.
- lo bueno y lo malo que sucede, aporta a nuestro entendimiento, y madurez.
- nos capacitamos para poder ayudar a otros, que pasan por la misma situación.
CUANDO SUCEDEN COSAS QUE NO ENTENDEMOS:
- también estamos pasando por la escuela de Dios.
- perfeccionamos nuestra confianza en Dios, perfeccionamos la fe.
- aprendemos niveles superiores de espiritualidad.
- perfeccionamos los frutos del Espíritu Santo.
- hay un propósito para todo lo que ocurre.
- nada es casualidad.
- Dios es SOBERANO, y tiene el control absoluto de cada situación.
- Dios no va a permitir nada, para perjudicar nuestra vida.
- Dios sabe hasta dónde podemos llegar, o soportar.
- Dios YA TIENE la solución para todo.
- Dios conoce el FUTURO, y sabe lo que es mejor para cada uno.
- La provisión de Dios es infinita.
- Dios siempre nos sorprende con cosas nuevas.
- Dios quiere que logremos más, de uno mismo.
- Dios quiere darnos más, pero tenemos que prepararnos para poder recibirlo.
EL DIABLO EN LA ESCUELA DE DIOS:
- ese es nuestro principal "rival", en la escuela de Dios.
- siempre se porta mal, porque es un rebelde.
- no le gusta nada que tiene que ver con Dios.
- ¡sabe que ya fue reprobado!
- no quiere que nadie alcance la aprobación.
- no le gusta que uno tenga buenas calificaciones.
- detesta que hagamos preguntas, y pidamos ayuda al Maestro: el Espíritu Santo.
- no soporta cuando nos reunimos entre hermanos.
- no quiere que hablemos del evangelio.
- está para hacer tropezar, siempre que puede.
- usa miles de trucos y recursos, para desanimar.
- se esfuerza en causar malos momentos.
- quiere destruir todo lo que edificamos.
- quiere desacreditar todo lo que hablamos, sólo miente.
- trata de llevar los hijos de Dios, por sus malos caminos.
- quiere que los hijos de Dios den mal testimonio, para desacreditarlos.
- pone las personas en contra de uno, o en incredulidad.
- hace todo tipo de maldad, sólo para irritar, y ver qué hacemos.
- tiene muchos demonios que lo ayudan.
- se resiste a dejarlo a uno tranquilo.
- no quiere soltar las almas de Cristo.
- enfin, ¡es un constante fastidio!
COMO TRATAR AL DIABLO, EN LA ESCUELA DE DIOS:
- no ser amigos de él.
- no juntarnos con sus amigos.
- no hacer lo que él o sus amigos hacen.
- no creer nada de lo que dice.
- no tenerle miedo.
- no debemos hacerle caso.
- oponerlo en todo y echarlo.
CONCLUSION.
La Escuela de Dios, no es solamente para los que se están iniciando en el camino cristiano; durante TODA nuestra vida, TODOS estaremos cada día, teniendo oportunidades de experimentar y aprender, cosas nuevas y mayores con Dios.
1º Pedro 5:6 a 10. Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo; echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros. Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar; al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo. Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca.

Amén.

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