martes, 4 de marzo de 2014

DISCIPULANDO JOVENES

Existe una forma muy fácil de perder a los que hemos alcanzado: dejarlos solos. ¿Qué está haciendo su iglesia para proveer un discipulado sostenible?

 Principios para no perder la oportunidad de discipular a los jóvenes que se convierten. Todo joven que se ha convertido a Jesucristo debe recibir seguimiento

  1. La enseñanza debe ayudarlo a comprender bien en qué consistió su decisión para que así se establezca y afirme en el evangelio de Jesucristo.
  2. El compañerismo cristiano es un factor crítico para ofrecerle un nuevo círculo de referencia, amistad, ayuda y aprendizaje.
  3. Debe someterse a un programa de enseñanza o formación espiritual adecuado a su edad.
Todo grupo juvenil debe contar un equipo de discipuladores
  1. Es conveniente que el equipo se pequeño, según tamaño del grupo.
  2. El pastor o algún ministerio especializado debe formar este equipo.
  3. Cada discipulador y discípulo debe contar con su propia material de seguimiento.
  4. La personas que se involucren en este proyecto debe comprometerse en desarrollara la tarea con calidad.
Las metas del discipulado deben ser claras y precisas:
  1. Guiar al joven a tomar a Jesús como modelo, maestro y meta de su vida.  Esto implica que no se trata simplemente de conocer a un personaje histórico, sino tomarlo en serio y aprender a vivir cada día según su ejemplo. La fe cristiana y el discipulado cristiano incluyen conocimiento intelectual de ciertas verdades básicas, sobre todo aprender a vivir la fe cada día, en cada lugar y en cada circunstancia.  De esta manera, Dios va modelando un nuevo y verdadero carácter cristiano.  Y se va plasmando en cada uno la imagen misma de Jesús.
  2. Guiar al joven a tomar la palabra de Dios como su guía de fe y conducta.
  3. Convertir al joven en pescador de personas, o sea ganar a otros para Jesucristo y hacerlos discípulos de Él.
Guiar al joven a servir al Señor, a su Iglesia, a sus hermanos, a toda persona y a su comunidad.

¿Qué se necesita para que el discipulado sea sostenible? 

Que el pastor de la iglesia participe con el grupo juvenil
  1. Él debe estar convencido de la importancia misional de la juventud de su iglesia.
  2. Debe participar en todo lo que le sea posible con la juventud. Debe capacitarse para guiar y movilizar a la juventud.
Que se forme el liderazgo de los jóvenes
  1. Toda iglesia debe desarrollar un programa de formación de líderes juveniles.
  2. Deben formarse personas que puedan dedicarse a liderar la juventud por varios años.  An jóvenes adultos (de 20 años en adelante), casados, capacitados y con experiencia, son de un valor incalculable para este tipo de labor, porque saben cómo llevarlo a cabo y cuentan con el aprecio y respeto de los jóvenes, así como la confianza de la congregación.
Que se actúe

Crear programas y realizarlos.  No quedarse en la teoría.  Desde luego que al principio todo cuesta.  No todos los jóvenes quieren cooperar. Algunos hoy toman parte y mañana no.  Pero la perseverancia va ganando seguidores y cooperación. Así también se va cobrando experiencia para saber qué puede servir y qué no. Cuando los frutos empiezan a brotar el terreno se abona mejor para que dé más y mejores frutos.  Es una labor de sabiduría, mucha oración, paciencia, amor y tenacidad.  Pero los resultados son muy preciosos pues se le va asegurando un prometedor futuro a la iglesia y a la obra del Señor en general.

Que se aprenda de otros grupos

Observar y aprender de otras iglesias que están desarrollando programas realmente valiosos es fundamentar para el crecimiento.  Debe procurarse no intentar reproducirlos igual, sino ver sus principios y valores, y tomar lo que se considere más útil y adaptarlo a la propia situación.

SHALOM

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