"La generación de los rectos será bendita. Bienes y riqueza hay en su casa, y su justicia permanece para siempre".
Salmos 112:2-3
Algunos llegan a decir que el dinero no tiene importancia, lo consideran sucio y, realmente, esa actitud y semejantes declaraciones se deben a que se sienten culpables frente a la idea de prosperidad y abundancia. Lamentablemente, es una actitud generalizada. La mayoría de las personas con problemas económicos tiene una especie de bloqueo mental para las bendiciones materiales que el Señor quiere darle. Muchos han sido enseñados que la pobreza es una virtud cristiana.
Mi pregunta es ésta: ¿Cómo puede ser la pobreza una virtud cristiana, si la mayoría de los problemas que hay en el mundo se deben justamente a ella? Al hombre le han sido dadas capacidades y, mientras vive, puede ser prosperado. Nadie que tenga a Jesús en su vida verá la pobreza como bendición. Dios quiere para nosotros lo mejor y lo expresa afirmando que abrirá las ventanas de los cielos y derramará bendiciones hasta que sobreabunden. Para Dios no sólo existimos en el mundo, El desea darnos Su bendición, proveer para todas nuestras necesidades. Lo más grande que nos dio fue Su propio Hijo que, al morir en la cruz, conquistó la victoria de manera que hoy podamos recibir toda esa herencia espiritual de perdón y salvación. Y si Dios nos dio lo más amado, ¿cómo no nos dará junto con El todas las demás cosas? Atrévase hoy a creer para recibir.
BENDICIONES
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