domingo, 2 de noviembre de 2014

SOLDADOS DE JESUCRISTO

TODOS SOMOS SOLDADOS.
Mateo 8:9. Porque también yo soy hombre bajo autoridad, y tengo bajo mis órdenes soldados; y digo a éste: Ve, y va; y al otro: Ven, y viene; y a mi siervo: Haz esto, y lo hace. Amén.
Un Soldado es un término en general; es ser un militante. En la iglesia no se trata de un cargo mayor o menor; se trata de ser parte del equipo y estar activo. El ejército de Dios es un concepto de grupo organizado y fuertemente unido; todos con un propósito específico, para el cumplimiento de una misión; todos en un mismo sentir y con una misma visión: la visión de Jesucristo; la visión de Dios.
El Ejército de Dios no está formado sólo por hombres y mujeres que van a la guerra; ese es uno de los sectores especializados dentro del Ejército que sirve a Cristo. Decir: soy un Soldado de Jesucristo, es un término válido para todos aquellos que están en el servicio del ministerio; y saben que su tarea principal es la de defender la iglesia y pelear por la liberación de las almas. Todos podemos denominarnos Soldados de Jesucristo, si estamos integrados a la milicia; como dice el apóstol Pablo: peleando la buena batalla de la fe.

ALISTADOS EN EL EJERCITO DE DIOS.
2º Timoteo 2:3 y 4. Tú, pues, sufre penalidades como buen soldado de Jesucristo. Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que lo tomó por soldado. Amén.
El Ejército de Dios, es muy similar al Ejército de las Fuerzas Armadas de un país. Es un sector del gobierno con hombres y mujeres rigurosamente adiestrados; separados de la vida común, y especialmente preparados para misiones específicas, que tienen que ver con asuntos de seguridad y rescate de vidas; pueden ser tareas de equipo, o misiones especiales en forma individual.
Las personas que hacen parte del Ejército de Dios, son cristianos que tienen un llamado al ministerio; esto es personas que son diferentes del ciudadano común; que tienen una vida de servicio a la comunidad; que se dedican especialmente al rescate de las almas y la liberación de los cautivos en el reino espiritual. Los que sirven al Ejército de Dios deben ser fieles al Señor y al llamado; si lo hacen de cualquier manera, el pueblo sufrirá grandes daños, y muchas almas salvadas correrán peligro de recaer como prisioneros del enemigo.
En el Ejército de Dios, los Soldados son los diferentes equipos de trabajo y apoyo dentro del ministerio. Alrededor del líder espiritual se forman grupos especializados, que serán entrenados para colaborar y desarrollarse en el campo de batalla, y en otras diversas tareas. El ejército se forma de varios grupos, adiestrados en diferentes áreas de trabajo, donde cada cual tiene su parte de responsabilidad para que todo salga bien, y que cada misión se cumpla con éxito.

ADIESTRADOS PARA EL SERVICIO.
2º Corintios 10:4. Porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas. Amén.
Hablar del Ejército, es hablar de grupos especiales y servicios; y es también hablar de armas y de guerra. La Santa Biblia enseña que las armas del cristiano son espirituales, y son muy poderosas para destruir las fortalezas del enemigo. En el Ejército de Dios, todos necesitan ser adiestrados para la guerra, y todos necesitan saber usar las armas espirituales. Cuando insisto en la palabra "todos", me refiero a jóvenes, niños, ancianos, hombres, mujeres, obreros y autoridades.
El soldado debe ser adiestrado primeramente para su propia supervivencia como cristiano, y luego para pelear por la liberación de los demás; el soldado debe ser adiestrado para saber cómo pelear, cómo defenderse, como atacar, y cómo conquistar en el reino espiritual. Según los dones y talentos que tenga una persona como soldado cristiano, su fidelidad a Dios, su obediencia a las autoridades, su conocimiento bíblico, su testimonio espiritual, se verá cuando está capacitada, y en qué grupos o actividades podrá ser integrada.
Dios da capacidades físicas, mentales y espirituales a cada soldado, según las tareas que tenga que cumplir; según el nivel de dificultad de las batallas que tendrá que enfrentar; y según las responsabilidades que tendrá en su cargo. El soldado fiel es aquel que vive en santificación, para no caer en pecados ni en tentación; es un cristiano que no da lugar al diablo, sino que vive para servir y agradar a Dios.

EL CIRCO EVANGELICO.
Cuando ingresamos al cristianismo, todos queremos ser parte del Ejército de Dios; pero ni siquiera sabemos lo que es eso. Sólo nos hacen entender que todo será hermoso, que tendremos momentos grandiosos, y que seremos invencibles; que estaremos siempre unidos, compartiremos charlas, mucha música, alegría, paseos, comida y deportes.
Se ha generado una falsa idea, una falsa doctrina sobre la IMAGEN Y EL CONCEPTO del EJERCITO DE DIOS. Muchos hacen parecer que es como "un gran circo, lleno de gente alegre que va pasando; son los hijos de la luz; Dios los ama a todos como son; todos son bienvenidos al ejército de dios". Eso es una farándula dentro de la iglesia que se ha permitido; que muchos ven como algo que es bueno porque luce una "careta de alegría". Esta farándula y careta, de nada sirven, son una mentira. Muchos no logran el éxito en la vida, porque son cristianos, pero no se les ha enseñado correctamente el concepto de que son también soldados, y como tal deben ser adiestrados.
Este tipo de cristianos que juegan a los guerreros victoriosos, se detectan fácilmente; porque son cristianos que quieren hacerse los grandes y entendidos, pero son como niños mal enseñados, caprichosos, rebeldes, envanecidos, falsos, hipócritas, engañosos; haciendo y viviendo un evangelio a su manera. No presentan un buen testimonio en su vida personal y casi siempre están metidos en problemas a causa de su necedad. No tienen idea de lo que realmente es el reino de las tinieblas, ni lo que significa la guerra espiritual. Son los primeros en caer en el engaño del diablo; y son los más difíciles de liberar.
Al diablo le sirve mucho, que las iglesias se llenen de "ejércitos" de cristianos desinformados e ineficientes, haciendo el ridículo cuando oran; que avergüenzan el nombre de Dios y la iglesia, con su testimonio fraudulento.

SE NECESITAN VERDADEROS SOLDADOS.
Para ingresar a cualquier ejército de una nación, primero el aspirante deberá ser probado y aprobado. Tendrá que presentar una serie de requisitos mínimos, exigidos para poder realizar con éxito la tarea que le espera; tendrá que someterse a rigurosos exámenes físicos, intelectuales, psicológicos, conocimientos en general; aun sus antecedentes civiles serán todos examinados. Después de pasar por un exhaustivo proceso, se sabrá si está capacitado o no, para alistarse. Muchos de los que ingresan, no logran pasar las pruebas.
De la misma manera, para poder integrarse a los diversos grupos de servicios en la iglesia, (esto es para servir en el ministerio), los soldados aspirantes deberán ser probados y aprobados. Cada cual tiene sus dones espirituales y talentos de parte de Dios, que serán usados para el provecho y edificación del Cuerpo de Cristo. La persona debe estar dispuesta a pasar por las pruebas, someterse a las diferentes disciplinas, y esforzarse en ser fiel en la tarea o sector que le ha sido encomendado.
A veces no estamos sirviendo en el puesto que nos gustaría, o en aquel lugar especial donde sabemos que Dios nos ha llamado; pero eso es parte del proceso del crecimiento y aprendizaje. Dios tiene un tiempo para cada persona. En el momento correcto, cada miembro será puesto en el lugar que le corresponde, para el perfecto funcionamiento del Cuerpo de Cristo.

SOLDADOS DE JESUCRISTO.
Un Soldado de Jesucristo es alguien que:
- está dispuesto a poner su vida propia en riesgos de todo tipo, incluso riesgos de vida, por amor a Cristo quien lo salvó, por amor al mensaje del evangelio, por amor a las almas.
- vive en SANTIFICACION permanente.
- no peca, y si cae en pecado se arrepiente inmediatamente.
- deja todo y todos por seguir a Cristo.
- recibe de brazos abiertos lo que Dios le da, aunque en el momento no le guste.
- se abstiene de todo aquello que desagrada a Dios.
- recibe toda la disciplina que sus líderes le imponen.
- cumple todas las tareas que se le asignan.
- hace sacrificios espirituales y carnales con gozo.
- no se detiene ante ningún tipo de argumento.
- reconoce que su vida no es suya, sino de Dios.
- no toma decisiones sobre sí mismo, hace lo que Dios manda.
- está dispuesto a todo enfrentamiento con las tinieblas, sin ningún tipo de temor.
- lucha para mantener su Salvación, con muchas resistencias y pruebas, además de luchar por la Salvación y mantenimiento de otras personas, conocidas o no.
- se dedica a una vida espiritual completa, que vive en el, y por el Espíritu de Dios.
Amén.

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