EL MINISTERIO TRIPARTITA DE JESUCRISTO:
SALVADOR, LIBERADOR Y SANADOR
PARA LA NECESIDAD TRIPARTITA DEL HOMBRE:
ESPIRITU, ALMA Y CUERPO.
El hombre es un ser tripartito, de espíritu, alma y cuerpo. Por tanto, Jesucristo debe ministrar en cada una de estas tres dimensiones del hombre.
Algunas personas creen contradictorio decir que un cristiano necesita ser liberado de la presencia de un demonio en su cuerpo. Si esta teoría fuera acertada, deberíamos decir que es también contradictorio que los cristianos tengan cáncer u otras enfermedades, ya que en 1 Pedro 2:24 la Palabra de Dios declara que todas nuestras enfermedades fueron sanadas cuando nuestros pecados fueron perdonados.
Los demonios pueden ocupar el mismo lugar o el mismo espacio que ocupa en nuestro cuerpo la enfermedad cancerosa. Los demonios no habitan el espíritu del cristiano, pues éste fue regenerado en el momento del nuevo nacimiento. Es el Espíritu Santo quien habita el espíritu del cristiano y está en unión con él, pero el Espíritu Santo no está en unión con el cáncer ni con los espíritus satánicos que habitan el atrio exterior del hombre, que es su cuerpo.
Recordemos que cuando Jesús limpió el Templo, echó fuera a los mercaderes del atrio exterior, no del Lugar Santísimo.
La Biblia nos enseña que el hombre es el templo del Espíritu Santo. El Lugar Santísimo del Templo de Jerusalén representa el espíritu del hombre; El Lugar Santo, o atrio intermedio del Tabernáculo, representa el alma; y el atrio exterior representa el cuerpo.
Asimismo el ministerio tripartita de Jesucristo suple esta necesidad del hombre:
- Regeneración del espíritu, como nuestro Salvador.
- Restauración del alma, como nuestro Libertador.
- Sanidad del cuerpo, como nuestro Sanador.
Jesús es el Salvador del espíritu del hombre por el poder de "justificación y regeneración". Al nacer de nuevo por medio del Espíritu Santo, aunque el cristiano recibe regeneración de su espíritu, muchas veces permanecen en su cuerpo desórdenes y enfermedades físicas.
Jesucristo es el Libertador del alma echando de allí demonios engañadores que residen en el cuerpo del cristiano y que obstaculizan y obstruyen su crecimiento en el camino de Dios. Estos demonios impiden que el cristiano tenga control total sobre sus decisiones y pensamientos. En el alma están las funciones de la mente, las emociones y la voluntad del creyente y éste es el principal campo de batalla de los demonios en la vida del cristiano.
El Señor les reveló a los esposos Hammond que la esquizofrenia no es un desorden psicológico que se puede corregir con consejería o terapia. La esquizofrenia, según lo reveló el Espíritu Santo, es más que una doble personalidad. Se trata de la existencia de dos personalidades distintas e individuales: una, la de la persona real y la otra, la personalidad de un demonio que se esconde detrás de la personalidad real, fingiendo serla. En este caso, la víctima es un prisionero en una gran guerra espiritual. El engaño consiste en que la víctima cree que ésta segunda personalidad es realmente una parte de la suya, y por lo tanto, nunca podrá ser verdaderamente libre sino hasta cuando el Ministerio de Liberación de Jesucristo pueda penetrar más allá de la telaraña de confusión y destruir la araña (el demonio).
Ahora, he aprendido que debo buscar y encontrar a la araña por medio del don de discernimiento de espíritus, y echarla fuera en la autoridad del Nombre de Jesucristo, por el Ministerio de Liberación para que el Espíritu Santo pueda poner, realmente, en libertad a los cautivos.
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