jueves, 20 de febrero de 2014

¿SERE UN TRANSGRESOR?

LOS TRANSGRESORES DE LA LEY... ¿SERE YO, SEÑOR?

"Soy una buena persona, no hago mal a nadie, me porto bien, ayudo la gente..."

Cuántas veces hemos escuchado millares de personas decir estas palabras u otras muy parecidas al tratar de hacerlas entender que son pecadoras o que están en pecado ante Dios. El pecador no es sólo aquel que parece portarse mal a los ojos de todos o a escondidas, ni solamente aquel que mata o roba. Al pensar en un pecador nos imaginamos un gran mentiroso, la prostituta o el adúltero. Hay muchísimas formas de cometer pecado, hay muchos niveles de pecado, pero sean grandes o pequeños, graves o livianos, son pecados ante Dios. 
Examinemos nuestra propia vida hoy.

En la vida de personas que tratan de vivir honestamente y honradamente cada día, están casi constantemente cometiendo transgresiones contra Dios y contra su Palabra - La Santa Biblia - y no se dan cuenta o ni lo saben, porque nadie nunca se los explicó o enseñó correctamente. Sentirse o creerse bueno a sus propios ojos no es suficiente para ser bueno a los ojos de Dios.

Según La Santa Biblia, para Dios no existe nadie bueno. Romanos 3:12 "Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno."

Este versículo claramente denota la desconformidad de Dios con la humanidad a causa de nuestra naturaleza carnal, animal, caída... pecaminosa. Para Dios somos criaturas degeneradas en nuestra forma de pensar y actuar, y estamos en proceso de regeneración. Cada vez que de alguna manera quebrantamos un mandamiento de Dios, cada vez que no obedecemos sus estatutos, nos hacemos transgresores de su Ley. Muchos usan como escudo y excusa el Amor de Dios que los perdona, los protege, los salva de todo peligro, etc., de la misma manera que un padre o una madre ama y protege y apoya su hijo... pero el Amor de Dios no hace acepción de personas. Si yo actúo mal soy un transgresor, por mucho que me ame Dios. El Amor de Dios es válido para mi restauración, pero no me salva de la culpa de mi transgresión.


SIGNIFICADO DE TRANSGRESOR

Alguien que quebranta, viola un precepto, ley o estatuto.

Aquí veremos algunos versículos que hablan y explican explícitamente quién es y cómo es un TRANSGRESOR a los ojos de Dios, o sea, un TRANSGRESOR de Su Ley: (versículos tomados de La Santa Biblia, versión Reina-Valera 1960)

Gálatas 2:18 "Porque si las cosas que destruí, las mismas vuelvo a edificar, TRANSGRESOR me hago."

Romanos 2:27 "Y el que físicamente es incircunciso, pero guarda perfectamente la ley, te condenará a ti, que con la letra de la ley y con la circuncisión eres TRANSGRESOR de la ley."

1 Timoteo 1:9 "Conociendo esto, que la ley no fue dada para el justo, sino para los TRANSGRESORES y desobedientes, para los impíos y pecadores, para los irreverentes y profanos, para los parricidas y matricidas, para los homicidas..."

Santiago 2:9 "Pero si hacéis acepción de personas, cometéis pecado, y quedáis convictos por la ley como TRANSGRESORES."

Santiago 2:11 "Porque el que dijo: No cometerás adulterio, también ha dicho: No matarás. Ahora bien, si no cometes adulterio, pero matas, ya te has hecho TRANSGRESOR de la ley."

Resumiendo:

Ser TRANSGRESOR es alguien que NO hace lo que la ley manda, que se rebela o se opone a la ley. Según los conceptos bíblicos que se aplican al cristiano, somos TRANSGRESORES:

- cuando volvemos atrás en aquellas cosas que ya habíamos sido liberados por Cristo.
- cuando no practicamos el pecado pero lo consentimos.
- cuando practicamos pecados a sabiendas o en ignorancia.
- cuando actuamos según la Biblia en algunas cosas, pero en otras no.
- cuando hablamos o actuamos según nuestra propia opinión.
- cuando nos dejamos llevar más por la carne que por el espíritu.


TRANSGRESORES EN PROCESO

Existe un tipo de transgresor muy común en las iglesias: el nuevo cristiano.

Cuando una persona se vuelve cristiana, siempre hay un largo camino para recorrer hasta que aprende lo suficiente de la Biblia como para poder vivir, sentir, hablar y actuar según lo que a Dios le agrada y ordena. Pero hay un tiempo a recorrer que es el inicio del camino, donde estará aprendiendo y equivocándose una y otra vez hasta que se supera, hasta que madura, hasta que aprende. Aunque muchas veces actuará mal por ignorancia o inocencia, éste también es un transgresor si se mantiene en la transgresión, pero será perdonado y aprobado por Dios si cada vez que se equivoca, se corrige y se perfecciona en la obediencia.


SER O NO SER UN TRANSGRESOR

Existen dos formas básicas de practicar una transgresión: cuando la hacemos deliberadamente (conscientemente y de nuestra propia voluntad) y cuando la hacemos en ignorancia. Si yo hago algo malo, a sabiendas o en ignorancia, no cambia el hecho de que me porté mal. Tanto para el uno como para el otro está la Ley, que nos indica que algo está mal. La única diferencia está en el final: si me arrepiento de mi error o si me rebelo.

Cuando alguien se equivoca y es reprendido tiene la oportunidad de reconocer su error, arrepentirse y arreglar el daño. Hay cristianos que cometen un error pero no quieren reconocer que están equivocados y se ponen tercos en sus acciones y palabras. Tanto el uno como el otro son considerados transgresores mientras están en la transgresión, pero uno se restauró, y el otro continuó en su pecado y en su transgresión.

La Biblia enseña radicalmente lo siguiente: "El que es de Dios no comete pecado." (1 Juan 3:6)

Esto es una gran verdad en aquellas personas que tienen una vida de consagración plena, de niveles de comunión con Dios y Santidad admirables, buscan estados de espiritualidad muy elevados, esto es en cristianos verdaderos y maduros. Aún así, alguna vez en sus vidas, como humanos que son, para que experimenten la Escuela de Dios, y para que nadie se gloríe, ni se contradiga la Palabra de Dios... caerán en pecado, cometerán errores, se sentirán débiles y harán cosas equivocadas, serán traicionados por sus propios deseos y se verán atrapados en sus propias palabras. Entonces ¿por qué dice la Biblia que no cometen pecado? Porque no lo COMETEN, sino que tropiezan y CAEN en el pecado.

Ejemplo: Una cosa es darte un chapuzón en una piscina, y otra cosa es caerte dentro de una piscina. Tanto las causas, la acción como los resultados serán muy diferentes. En el primer caso quedarás contento de tu experiencia y quizás tratarás de hacerlo de nuevo, en el segundo caso te sentirás mal y no querrás que te vuelva a suceder jamás, tomarás todas las medidas y precausiones posibles para que no se repita el hecho. Entretanto en ambos casos terminarás de una misma manera: muy mojado, indiscutiblemente empapado.

Así es cuando PRACTICAMOS el pecado o CAEMOS en pecado. Nadie es inocente ni libre de condena, nadie se justifica a sí mismo, no existen los argumentos válidos, no hay para Dios acepción de personas, TODOS somos transgresores cuando quebrantamos la Ley de Dios. La diferencia está en si lo hice deliberadamente, o si lo hice en un momento de debilidad y grandes presiones. Si albergo mi pecado o si me arrepiento y me limpio de él.


¿COMO ACTUAR SIN TRANSGREDIR?

La respuesta a esta pregunta nos la da el propio Gran Maestro y Señor Jesucristo.
Mateo 26:41
"Velad y orad, para que no entréis en tentación;
el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil."

Para cumplir este propósito tenemos que primeramente mantener una vida de ORACIÓN, esto es, de comunión con el Espíritu Santo de Dios. Y complementar nuestra vida espiritual practicando estas cosas también:

- incentivar los buenos pensamientos (Filipenses 4:8)
- rechazar todo lo que sea transgresión (Santiago 1:21)
- llevar todo pensamiento cautivo a la obediencia a Cristo (2 Corintios 10:5)
- resistir al pecado (Hebreos 12:1)
- resistir a la tentación (1 Corintios 10:13)
- vivir la Santidad (Hebreos 12:14)
- hablar la Verdad (3 Juan 1:4)
- actuar en la Justicia (1 Juan 3:10)
- practicar la Misericordia (Colosenses 3:12)
- manifestar el Amor (1 Juan 4:16)
- en fin... vivir cada día y cada situación según la Ley de Dios (1 Juan 3:24)


¿HAY ALGUIEN QUE NO SEA UN TRANSGRESOR?

No. TODOS de una u otra forma somos transgresores de la Ley porque muchas veces fallamos o nos equivocamos. No existe persona perfecta que no se equivoque y que todo le salga siempre bien, entonces no existe hombre ni mujer sin transgresión ni pecado. Pero lo que sí existe son corazones verdaderamente convertidos y humillados ante Dios, dispuestos a corregirse cada día, a perfeccionarse, a ser obedientes a Dios y a su Palabra, cueste lo que cueste, porque realmente aman a Dios, son agradecidos con Dios y desean ser aprobados.


LO QUE NO QUIERO, ESO HAGO!!

El apóstol Pablo es quien más habla sobre este tema y nos enseña algo sobre su propia experiencia: Romanos 7:24 "¡Miserable de mí! ¿quién me librará de este cuerpo de muerte?"

El capítulo 7 de Romanos nos habla con detalle de la lucha del pecado y de la Ley dentro de nosotros mismos, esos momentos cuando no estamos luchando contra ninguna tiniebla ni demonio, sino contra nuestro propio deseo y albedrío. Hay una gran lucha que se presenta entre la razón y el deseo, entre el instinto y el conocimiento. Romanos 7:19 "Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago." El apóstol Pablo nos cuenta cómo muchas veces se vio atrapado en su propio deseo y había hecho cosas que razonablemente sabía que no debía haber hecho. Estaba realmente arrepentido y se lamentaba de su condición.

En el capítulo 8 está la enseñanza de cómo vencer nuestra carnalidad y nuestra debilidad. El apóstol Pablo termina su testimonio en un resplandecer de victoria para aquel que ha recibido a Cristo en su vida como su Señor y Salvador. (Les invito a leer el capítulo completo en La Santa Biblia, es realmente revelador y maravilloso.) Veamos lo que dice...

Romanos 8
8:1 "Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, LOS QUE NO ANDAN CONFORME A LA CARNE, SINO CONFORME AL ESPÍRITU."

8:31 ¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?

8:37 Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.

8:38 Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir,
8:39 ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.


Amén.

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