GENESIS 1:26-27
“Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen,
conforme a nuestra semejanza;
y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias,
en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra.
Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó;
varón y hembra los creó.”
Todo lo que creó nuestro Dios y Señor lo hizo con grandiosa imaginación y en el libro del profeta Ezequiel 28:12-17, podemos ver claramente que Lucifer fue creado paralelamente en el mundo espiritual con la misma creación de los cielos, la tierra, las aves, los peces y las bestias del campo.
Si prestamos atención a el libro de Ezequiel 28:13 podemos ver claramente que lucifer se paseaba por el jardín del Edén en su esplendor de querubín grande y protector; esto nos revela que él fue el que se enseñoreaba en el jardín del Edén sobre toda la creación del Todopoderoso hasta que a causa de su hermosura se enalteció su Corazón y se corrompió su sabiduría a causa de su esplendor (Ezequiel 28:17).
Después de la caída de aquel gran querubín protector (Ezequiel 28:14), Nuestro Señor El Todopoderoso culminó su creación en su mayor obra de arte la cual puso por nombre VARON , y para mayor golpe a aquel gran querubín protector, lo creo al varón a su imagen y semejanza, dándole señorío sobre toda la creación, poniendo a su vez sobre el varón la Gloria misma del Altísimo (1Corintios 11:7), y es por esta misma razón por la que este ángel caído disfruta como león rugiente cuando nos logra devorar (1Pedro 5:8).
¿Cuándo nuestro amado Padre Celestial llamó a ninguno de los ángeles, incluyendo al mismo lucifer “MI HIJO ERES TU”?; o cuándo Nuestro Señor le dijo a algún ángel “YO SERE A EL PADRE Y EL ME SERA A MI, HIJO”?
Si leímos detenidamente podremos darnos cuenta que para nuestro Dios y Señor somos más que una de sus creaciones, (Hebreos 2:10 y 1 Juan 3:1), somos sus hijos y coherederos del trono con Jesús pero esto sólo es así para aquellos que reciban en su Corazón a Nuestro amado Salvador Jesús y automáticamente pasamos a ser hechos HIJOS del DIOS ALTISIMO.
Del otro bando, que es el bando de satanás, para él somos la imagen de Dios mismo a su alcance; cada vez que satanás logra arrastrar a un ser humano por vicios, prostitución, homicidios, suicidios, homosexualidad, etc.… es a la imagen de Dios en nosotros la que él quiere destruir y mucho mayor aun si somos hijos del Altísimo, porque al ser hijos del Todopoderoso nos convertimos en partícipes del gran ejercito en el que Jesús es el comandante en jefe y a su vez le arrebatamos almas por medio del Poder del Espíritu Santo al enemigo, cumpliendo con el último comando que nos dio nuestro Rey y Señor : “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.” (Mateo 28:19)
Amados hermanos y hermanas, si logran comprender este mensaje podrán ver claramente que les será mejor correr al abrigo del Altísimo ya mismo, para que moren bajo la única protección que existe, que es la sombra del Omnipotente, y así poder decir con gran gozo y verdadera paz que tienen a la única esperanza y al único Castillo, que es Dios mismo, el cual es el único en que ciertamente podrán siempre confiar.
Nuestro Señor, si lo aceptas en tu Corazón, es El único que te podrá librar del lazo del cazador, el cual si no tienes a la única protección que es CRISTO JESUS, ese enemigo se convertirá en tu vida como una peste destructora. Búscalo ya a Jesús, si no lo has echo todavía, acéptalo en tu Corazón y verás que no te sobrevendrá mal, ni plaga tocará tu morada, pues a sus ángeles mandará acerca de ti que te guarden todos los días de tu vida en todos tus caminos. (Salmo 91)
Estamos en una batalla espiritual. Despertamos y nos dormimos en una lucha sin descanso ni tregua por nuestras almas. Tenemos que escoger un bando y sólo existen dos y esos son los hijos de Dios y los hijos de satanás. Somos libres para decidir en cual de los dos bandos vamos a seguir nuestras vidas; uno de los bandos nos llevará a la salvación eterna (los hijos de Dios) y el otro de los bandos nos llevará a la condenación eterna (los hijos de satanás). La palabra de nuestro Señor nos dice claramente en Mateo 7:13 “Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella”, y en Juan 14:6 nuestro Señor Jesús nos reveló que “ YO SOY EL CAMINO, Y LA VERDAD, Y LA VIDA; NADIE VIENE AL PADRE SINO POR MI”; con estas palabras de JESUS podemos ver que sólo por medio de EL podremos encontrar la única puerta a la salvación eterna.
Bendiciones
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