Entrando a la web de GodBlock “bloquea a Dios”, podemos leer el argumento que emplean para su creación: “En el siglo pasado, los Estados Unidos vio el resurgimiento de la religión fundamentalista. Evangélicos fundamentalistas, mormones, bautistas, musulmanes, y judíos han entorpecido el progreso en la ciencia, derechos humanos, derechos civiles y la protección del medio ambiente".
Fue una empresa estadounidense que creó este filtro web que bloquea el contenido religioso y dicen que el nuevo programa “está dirigido a padres y escuelas que deseen proteger a sus hijos de la violencia sexual, material psicológicamente dañino en muchos textos sagrados, y también evitar que muchos de estos pequeños sean adoctrinados en alguna religión antes de tener la edad para decidir”.
En la página se pueden realizar donaciones, es una organización no gubernamental sin fines de lucro, que tiene como objetivo introducir este servicio en hogares y escuelas públicas y privadas de los Estados Unidos.
Por tan sólo cinco dólares te regalan 10 calcomanías para que te pegues en el brazo, también ofrecen camisetas con el logo de "GodBlock" para dar publicidad a su emprendimiento de proteger a la niñez de la religión. Dicen: "¿Cómo podemos revertir esta tendencia y unirnos al resto del mundo en la secularización progresiva de la sociedad y el gobierno?” Apuntan a que todos estamos vulnerados frente a los contenidos religiosos en internet, aunque hayamos nacido en hogares seculares o cristianos indistintamente, y quieren brindarnos protección...
Ciertamente el espíritu del anticristo ya se manifiesta y no lo disimula...
No me iré a los versículos de la Biblia, porque no estoy hablando nada nuevo, todos conocemos muy bien las Escrituras y recordamos perfectamente lo que nos han enseñado. Hoy te invito a una íntima reflexión del alma y a la meditación sobre nuestros caminos como CRISTIANOS...
La Iglesia ya no es como antes...
Hoy día las cosas son muy distintas que 15, 40 o 100 años atrás cuando nuestros padres espirituales del evangelio (los misioneros) plantaron sus buenas semillas, generando ministerios e iglesias en las naciones que son las raíces de nuestra actual generación evangélica.
Las sociedades tenían un buen nivel de valores sociales, morales y éticos. La educación en escuelas y universidades alcanzaba sus mejores méritos. Los delitos a la ley y actos de violencia eran detectados al instante y detenidos, todo aquello que atentaba el bien estar común o de la familia era enfrentado y quitado de en medio.
Pero más allá de las buenas costumbres y todos los buenos conceptos, el MAL ha evolucionado más que el BIEN… se ha metido en nuestras vidas y nuestras mentes de manera muy sutil, o sea disimulada y gradual, muy profundamente se ha metido y arraigado como una gran raíz de cizaña a los fundamentos y principios de nuestra sociedad. Paralelo a todo lo que sucede en la comunidad y en nuestra familia, la iglesia de Jesucristo que se compone de nosotros mismos, en los últimos años ha perdido muchísimo terreno, fuerza y credibilidad.
La "carrera perdida" del cristiano...
Delante del panorama caótico mundial y de la batalla espiritual que conscientemente enfrentamos cada día, si queremos sobrevivir a la situación, somos obligados a reaccionar.
¿¿Dónde fueron a parar las promesas de Dios y sus grandes hechos??
Los cristianos fuimos enseñados a que cada noche, antes de dormir hagamos una evaluación y chequeo de nuestras buenas acciones: para saber si en el día estuvimos bien o mal, si fuimos buenos o malos como cristianos, si hicimos alguna buena acción a alguien, si nos portamos bien o mal delante de Dios, si quedó alguna visita o estudio bíblico pendiente...
Este hábito espiritual sano y necesario realmente nos ha ayudado mucho en el pasar de los años a proponernos mejoras para nuestra calidad de vida como cristianos, a sobreponernos a nuestras debilidades y alcanzar nuevas metas.
¿¿Pero qué de la sociedad sin Cristo y de nuestras familias que nos rodean??
Pasada la época de la reforma protestante, el ocultismo y espiritismo se infiltraron prontamente en las denominadas iglesias de Jesucristo, haciendo que la mayoría de la sociedad cristiana perdiera su verdadero propósito y forma. Por años y podemos decir, en los últimos 150 años de iglesia evangélica, la mentalidad del cristiano estuvo centrada en ser “uno mismo mejor para sí mismo”, o sea, una mentalidad egocéntrica, egoísta, individualista, que lo ha llevado al materialismo, clasismo, legalismo, falsas doctrinas, etc.
El cristiano promedio se ha preocupado mucho en ser mejor, pero ser mejor “que” los demás, cuando debería ser mejor “para” los demás. La gran carrera que habían que correr se centró en ser mejores para sí mismos, para la obra, para agradar al hombre… pero no se han preocupado en ser “mejores para Dios”.
El "nuevo" cristianismo...
El cristianismo se transforma rápidamente en una sociedad elitista que avanza seducida por la codicia de los cargos, impulsada por la envidia entre sus propios miembros, por la competencia de honores y vanaglorias, con una grandísima ausencia de amor. El amor al prójimo es inexistente y la caridad vestida de “favores y limosnas”, se transforma en la regla por la cual se empiezan a medir las personas. Faltos de verdadera misericordia y llenos de deseos pecaminosos, los mandamientos de Dios resultaron poco efectivos e imposibles de alcanzar. La iglesia evangélica dejó de ser como Cristo la había diseñado y ordenado. Llegamos al punto que cuando nos encontramos con una persona no vemos la diferencia entre uno que se dice cristiano o un mundano, tal es la carnalidad y falta de santidad.
Existe una grande y urgente necesidad de volver a plantearnos nuestras actitudes y nuestra efectividad como cristianos.
Nadie puede presentar un "evangelio diferente" porque eso es anatema, apostasía, herejía.... pero podemos cambiar nuestra actitud como iglesia frente a la sociedad que nos rodea, nuestra familia, nuestros amigos... principalmente nuestras actitudes hacia nosotros mismos, o sea, mejorar y perfeccionar nuestra calidad y efectividad como cristianos, para poder acompañar los cambios y para poder alcanzar mejores y mayores niveles de espiritualidad y resultados. Un cristiano es alguien que ha pasado de las tinieblas a la luz, del pecado a la santidad, pero si esas cosas no se ven, no ocurren, ¿dónde está el cristiano?
Muchos obstáculos que hay que saltar...
En el tiempo presente las necesidades humanas, espirituales y sociales se han incrementado, las debilidades se han arraigado, los recursos económicos de muchos han escaseado, la vida del cristiano se ha vuelto más deteriorada que bendecida, la iglesia se ha visto más derribada que construida, los hogares de cristianos se han destruido tan rápido como nos vamos enterando de las últimas noticias de desastres en el mundo, son tiempos de destrucción masiva, Dios ha decretado el juicio y las naciones sienten una a una las señales de los últimos tiempos...
Esto significa que:
Nuestros enemigos se han multiplicado (Salmo 3:1). Nuestras batallas contra el pecado y la maldad han quedado cada día más recias y difíciles al punto que muchos han caído y no logran volver a levantarse. Satanás y sus demonios están poderosamente activos, la sociedad está siendo arrasada deliberadamente... mientras el anticristo avanza y hace lo que se antoja ante nuestros ojos, la mayoría mira pasiva y absorta ante sus televisores como el caos se desarrolla y arrolla millones de inocentes cada día bajo el abuso, la violencia y la prostitución.
Es necesario que evaluemos nuestros valores de cristianos y nuestra posición ante la sociedad que nos rodea. Si queremos, podemos hacer mucho. Dios espera que lo hagamos.
Levantarse de la caída y volver a correr...
Si deseamos continuar llevando en alto nuestro estandarte de "Cristianos Verdaderos y Guerreros de Jesucristo", debemos entrar en un análisis de consciencia real delante de Dios, de tal manera que nos obligue a comprometernos al CAMBIO: cambio de mentalidad, cambio de actitud, cambio de hablar, cambio de sentimientos, cambio de visión, un cambio completo y visible, un cambio espiritual. No hay excusas. Dios espera que lo hagamos.
Podemos cambiar vidas, cambiar el destino de muchas personas. Dios espera que lo hagamos.
No podemos cambiar lo que "ESTA ESCRITO...", pero podemos cambiar radicalmente la forma como nos vemos involucramos en el proceso apocalíptico y salvar a millones y millones de almas de la condenación. Dios espera que lo hagamos.
Meditemos...
¿para qué me hice cristiano?
¿para qué un día pasé de las tinieblas a la luz?
¿de qué me ha servido ser cristiano hasta ahora?
¿estoy en el centro de la voluntad de Dios para mi vida?
¿conozco los ministerios y dones que Dios me ha dado?
¿estoy usando los talentos que Dios me dio o los tengo escondidos?
¿he cumplido todo lo que le prometí a Dios?
¿hice todo lo que Dios me ha pedido o aún hay asuntos pendientes?
¿estoy cumpliendo la Gran Comisión como discípulo de Jesucristo?
¿se han cumplido en mi vida al menos las promesas básicas que Dios promete a los que creen en él?
- Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, Que da su fruto en su tiempo, Y su hoja no cae; Y todo lo que hace, prosperará. (Salmo 1:3)
- Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán. (Marcos 16: 17-18)
- De cierto, de cierto os digo, que vosotros lloraréis y lamentaréis, y el mundo se alegrará; pero aunque vosotros estéis tristes, vuestra tristeza se convertirá en gozo. (Juan 16:20)
- …pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra. (Hechos 1:8)
- Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa. (Hechos 16:31)
- Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. (Filipenses 4:13)
BENDICIONES
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