viernes, 21 de febrero de 2014

¿SE PUEDE PERDER LA SALVACION? (1ª parte)

ALEJARSE DE DIOS

 Lucas 15:23-24 "Y traed el becerro gordo y matadlo, y comamos y hagamos fiesta; porque este mi hijo muerto era, y ha revivido; se había perdido, y es hallado. Y comenzaron a regocijarse."

Hay quienes piensan que si una persona conoció el camino de Dios y vuelve a vivir en pecado, esta persona en realidad NUNCA fue hijo/a de Dios, NUNCA conoció al Espíritu Santo, NUNCA fue salva.
Esta afirmación puede apoyarse en varios versículos de la propia Biblia, para que muchos afirmen que es así. Lo que ocurre es que cuando tomamos una verdad bíblica basada en uno o algunos pocos versículos, sin escudriñar (sin profundizar el estudio) ni tener en cuenta todo el contexto bíblico, estamos generando nada más nada menos que una FALSA DOCTRINA. Decir una “media verdad” es lo mismo que decir una mentira.

Tenemos en la Biblia varios ejemplos que nos enseñan sobre estos casos de la salvación con mucha exactitud, uno de ellos es La Parábola del Hijo Pródigo (leer San Lucas 15:11-32).
En general se usa esta parábola de la Biblia para expresar la relación de Dios con el hombre impío, secular, gentil, pecador. Pero en verdad hemos conocido muchos cristianos que han declarado con su propia boca, que se han sentido como el Hijo Pródigo de la parábola, que luego de haberle fallado a Dios fueron perdonados, restaurados y restituídos (yo misma soy uno de ellos, por ejemplo).
Se entiende claramente que el Hijo Pródigo era hijo legítimo y que aun siendo hijo, pecó contra el cielo y contra su padre, se fue lejos y vivió su vida como quiso, fuera del consejo y de la bendición, pero cuando entendió su condición de perdido se sintió muy mal, entonces se arrepintió, y al volver a su casa el padre lo recibió tan contento que hizo una gran fiesta.
En esta parábola, el padre representa a Dios el Padre Celestial, y el hijo representa el cristiano hijo de Dios, que después de haber cometido un gran error en su vida, regresa arrepentido rogando la misericordia y el perdón. Este padre habla de su hijo que se había perdido después de haber estado años en su casa. Este hijo reconoce que su condición había decaído y se arrepiente, entonces decide volver a la casa del padre y tratar de restablecer su relación.
En el versículo 24 el padre nos explica claramente que su hijo estaba MUERTO y PERDIDO.
El PERDON de Dios está disponible para todos. El perdón de Dios siempre está disponible para la persona que se arrepiente de sus malas obras, pero si esta misma persona deja el consejo de Dios, practica el pecado deliberadamente y se aleja de su Espíritu Santo, entonces esta persona NO se puede considerar salva, está espiritualmente MUERTA, o sea, PERDIDA.
Entonces podemos concluir y afirmar que:
- es muy posible que un hijo/a de Dios (alguien que recibió a Jesucristo como su Señor y Salvador)
- o sea, que es salvo (santificado, justificado),
- se vaya al mundo (alejar, carnalidad, pecado),
- vuelva a experimentar su condición de perdido (apagar el fuego, muerte espiritual, ausencia del Espíritu Santo),
- después de un tiempo, se arrepienta (peso en su consciencia, convicción de pecado)
- y regrese a la comunión con el Padre (avivar el fuego, restauración, reconciliación, reedificación, restitución).

LA CONFIANZA DEL PADRE

Juan 10:28 "Y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás,
ni nadie las arrebatará de mi mano."

Cuando creemos en el sacrificio de Jesucristo en la Cruz por nosotros, recibimos el Perdón de nuestros pecados y la Salvación. Inmediatamente nos integramos a una iglesia y participamos en sus grupos de estudio y discipulado para aprender a vivir en Santidad y en Servicio en la Casa de nuestro Padre Celestial.
 
Es un juicio muy ligero y peligroso decir que si alguien cayó en pecado, se deslizó o se desvió del Camino, se alejó de la iglesia y luego de Dios, es porque en realidad nunca conoció a Dios ni nunca fue su hijo/a. No podemos decir que “los verdaderos hijos nunca se alejan de Dios”, porque el Hijo Pródigo siendo hijo legítimo, aun así se alejó del padre.

Mateo 10:6 "Sino id antes a las ovejas perdidas de LA CASA DE ISRAEL."
 
Si creemos que los que se apartan del Camino en realidad NUNCA conocieron a Dios y NUNCA fueron “de los nuestros”, cometeremos el grave error de abandonar a nuestros hermanos caídos en el campo de la batalla, estaremos endureciendo el corazón hacia quienes más nos necesitan en ese momento. Seremos nosotros más culpables que ellos ante Dios, pues no estaremos haciendo la obra que nos ha encomendado: la obra del Amor, de la Reconciliación, de la Restauración.

 
Romanos 8:28 “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.”
 
Todas las cosas suceden con un propósito específico. A Dios no se le escapan los detalles. Cuando el Hijo Pródigo decidió irse de la casa de su padre, no salió fugado ni escondido. El padre SE LO PERMITIÓ. Este episodio traería sus consecuencias negativas pero al final resultados positivos. Ejemplo: la enseñanza, experiencia y madurez de su hijo; para que apareciera lo que estaba en su corazón; para que se diera a conocer su verdadero carácter; para que aprendiera a valorar y ser agradecido; para que conociera ciertas circunstancias y adversidades; para que se fortaleciera; para que supiera que mejor es estar en la casa del padre y depender de él, que en manos de malvados y en peligros. Cuando el hijo se arrepintió y regresó, el padre lo recibió muy gozoso y sin reproches.

BUENA SEMILLA EN TIERRA FERTIL 

Proverbios 22:6 "Instruye al niño en su camino,
Y aun cuando fuere viejo no se apartará de él."

 
El padre de tarde en tarde salía al camino para ver si su hijo regresaba, porque el padre había puesto los cimientos necesarios en aquel hijo y tenía la esperanza que esos cimientos harían su labor en medio de una crisis, por eso sentía esa confianza, esa fe y esa esperanza. Tenemos dentro de nosotros una absoluta paz de Dios cuando nos vienen pensamientos sobre el destino de nuestros hijos espirituales, pues sabemos que sembramos una buena semilla y que a su tiempo, el crecimiento lo dará Dios.
 
Este padre podía confiar en que su hijo aunque estaba lejos y haciendo todas las maldades y errores que se le ocurrían, tarde o temprano iba a regresar. Aunque estuviera pasando peligros y dolores, Dios lo iba a guiar y guardar.


Isaías 55:11 “Así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié."

Continuará en la 2ª parte...
Dios les bendiga a  todos.

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