miércoles, 19 de noviembre de 2014

LAS ADICCIONES


Las adicciones producen ataduras compactas y resistentespor lo que se requiere de una tenaz voluntad, esfuerzo y paciencia para soltarlas. La persona adicta debe comprender que no encontrará verdadera libertad sin que antes haya logrado superar por completo el cautiverio de la adicción. La intervención oportuna en las etapas iniciales del consumo excesivo puede interrumpir la carrera hacia un colapso dramático. La voluntad es primordial

El poeta español Campoamor señaló que "la libertad no consiste en hacer lo que se quiere, sino en hacer lo que se debe". Quizás por eso, es que el primer paso para librarse de la adicción consiste en crear plena conciencia de las dolorosas consecuencias que provoca la adicción, tanto a nivel personal como familiar y social. Después debe decidir dejar, más allá de los deseos temporales o de las aparentes y efímeras satisfacciones, que esa conciencia prevalezca.
Salir de la adicción exige, definitivamente, el ejercicio de la voluntad. Por eso es tan importante que parta de la convicción de hacer lo que se debe, lo que es mejor para la salud física, emocional, mental y espiritual de la persona y el cumplimiento de su proyecto de vida.
También es cierto que la persona adicta requiere apoyo profesional. Sin embargo, esta ayuda solo se puede brindar en la medida que la voluntad del adicto lo permita. Es decir, a partir del momento en que la persona desista de recurrir a los mecanismos de autoengaño y consiga percatarse de la destrucción integral que sufre ella misma y su familia por causa de su adicción.
Una vez que se haya iniciado en el camino hacia la recuperación, la persona debe saber que su esfuerzo tendrá éxito solo si se aleja de los entornos sociales asociados al consumo, y abandona radicalmente las prácticas que la mantienen cautiva en la adicción.  Asimismo, es importante que sea consciente, en todo momento, de su vulnerabilidad frente a las eventuales invitaciones que recibirá de su entorno para que regrese a sus prácticas adictivas.



El esfuerzo es indispensable

Es imperativo que reconozca que este camino no será sencillo. No faltarán las limitaciones en el proceso, entonces se dará cuenta de que su vulnerabilidad es una realidad que, definitivamente, no debe obviar. Elcontrol de sus actitudes compulsivas y obsesivas solo lo conseguirá después de ganar difíciles batallas. Tampoco le conviene subestimar la presión de sus pensamientos recurrentes y las secuelas biopsicosociales y espirituales que amenazan con quebrantar la voluntad su persona. Por eso resulta tan relevante que se mantenga alerta, constante, receptiva, paciente y humilde para procurar los apoyos emocionales y afectivos indispensables para su restauración integral.
En el proceso de la recuperación, puede suceder que la persona sufra un traspié. No obstante, tanto para ella como para su familia, esa recaída no se debe interpretar como un fracaso o retroceso definitivo. Cuando ocurra, se deben redoblar los esfuerzos y apoyos para retomar el proceso, procurando abandonar los sentimientos de culpa y remordimiento.
No se debe esperar a que la persona esté sumergida en la devastación que provoca la adicción para buscar la ayuda profesional. La intervención oportuna en las etapas iniciales del consumo excesivo puede interrumpir la carrera hacia un colapso dramático. Una buena señal es cuando aparecen la pérdida de control y abuso de prácticas lesivas. Aunque algunas pocas consigan mantenerse en abstinencia únicamente mediante sus propios esfuerzos, lo cierto es que la mayoría va a requerir de asistencia externa, la asesoría del especialista, de grupos de apoyo y del consejo espiritual.


BENDICIONES

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