Alguna vez o inclusive muchas veces nos hemos peguntado ¿cuales o como puedo encontrar mis dones Espirituales?Hay preguntas que se responden mejor haciendo otras preguntas primero, y este es uno de esos casos. Hazte las siguientes:
¿Qué me apasiona?
¿Qué cosas disfruto hacer?
¿Cuándo me siento con más energía en el ministerio?
¿Qué tipo de jóvenes o de amigos me atraen naturalmente?
¿Qué puedo hacer muy bien?
¿Qué les gusta a mis amigos que haga?
¿En qué cosas usualmente me piden ayuda?
¿Cuáles son mis pasatiempos favoritos?
¿Qué pude estudiar y que cosas he aprendido?
¿Qué experiencias de mi vida Dios puede usar?
Los dones son regalos de Dios, pero creo que también parten de cómo Dios nos diseñó desde que nacimos y de las cosas que nos ha permitido vivir, y por eso considero que estas son preguntas importantes.
Si prestas atención a la Biblia te darás cuenta de que hay diferentes listas de dones espirituales, y se deja en claro que a unos les fueron dados unos dones y a otros, otros (1Corintios 12:7-11). También se aclara que no todos tenemos que tener los mismos dones, y se los diferencia del Fruto que produce el Espíritu Santo en nosotros (Gálatas 5.22-23)
Pero entonces, ahora sí: ¿Cómo puedo saber cuáles son los míos? Dos prácticas básicas:
1. Prueba diferentes maneras de servir a Dios,
2. Pasa tiempo con el Señor. Recuerda que los dones espirituales son habilidades que nos da el Espíritu Santo para facultarnos a hacer la voluntad de Dios.
También hay cuestionarios y tests que algunas denominaciones han elaborado para conocer mejor a los candidatos al ministerio (pregúntale a tu pastor sobre eso), y claro que también según la Biblia algunos dones pueden venir por imposición de manos de Siervos de Dios (Hechos 19.6), aunque te aclaro que aún en este caso no es para que así recibas lo que tú quieras sino lo que Dios te quiere dar.
La clave final es empezar por lo que tienes a la mano.
El propósito de Dios al darnos dones es que sirvamos mejor a la iglesia, extendamos su reino y podamos relacionarnos mejor con Él, así que si ponemos nuestros esfuerzos en esos mismos objetivos vamos a ir notando que Dios nos va dando capacidades especiales para lograrlo. |
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