martes, 3 de marzo de 2015

JUVENTUD A NIVEL GLOBAL

"Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza." 
(1 Timoteo 4:12)


Aunque queramos ignóralo vivimos en un mundo cada vez más conectado. A través del transporte y las telecomunicaciones, los 6.8 billones de personas del planeta, estamos más cerca, como nunca antes.

¿Y qué acerca de la Juventud?
En el mundo hay cerca de 1.800.000.000 millones de adolescentes y jóvenes. Chicos y chicas que viven, consumen, estudian, trabajan, sueñan y enfrentan diversos desafíos. Las necesidades son tan numerosas como la cantidad de personas que viven en el planeta. Por esta razón, quisiera que diéramos un panorama general acerca de algunas de las necesidades más comunes que la juventud enfrenta a nivel global. Entre ellas están:

Pobreza, VIH/Sida - Enfermedades Contagiosas, Tráfico Sexual, Clases Sociales, Hambre, Agua e Higiene, Desempleo, Inmigración y Refugiados, Educación, Conflictos Armados/Guerras, entre otras.

Hablando en términos generales, salvo pocas excepciones, en la iglesia Latino Americana no hablamos mucho acerca de temas como: Pobreza, VIH/Sida, Inmigración y la necesidad de agua limpia. Estas problemáticas parecieran verse como periféricas y potenciales distracciones para el evangelio.

“El evangelio no es una buena noticia si no toca de manera real las necesidades de las personas y comunidades alrededor del mundo”.

Y si, ¡te entiendo! Es posible que nos sintamos abrumados y sobrepasados con la necesidad de la juventud a nivel Global. Pensamos que es demasiado y que aunque hagamos mucho, siempre habrá más. Pero como siempre tenemos dos opciones: Ignorarlas y mostrar indiferencia o responder al llamado de servir.

¡PIENSA GLOBALMENTE y haz una diferencia tanto cerca como lejos!
La invitación es esta, comencemos a tener una mirada “Global”. Si te das cuenta la pobreza, el desempleo y las enfermedades contagiosas están cerca como lejos. La tecnología sigue y seguirá afectando las vidas de las personas de oriente a occidente. Nuestros jóvenes están creciendo un mundo Global. Cuando ellos viajan fuera de su ciudad o país, ellos quieres saber si pueden estar conectados tecnológicamente como están desde sus hogares. Cuando llegan a sus casas, ellos quieren compartir las fotos con sus nuevos amigos que hicieron fuera de la ciudad o del país. Nuestros ministerios juveniles de la misma manera son entidades Globales. Y esto nos desafía a que si se puede tener un impacto local y al mismo tiempo, con un esfuerzo extra, suplir las necesidades de jóvenes a nivel global.


Respondiendo GLOBALMENTE
Una de las cosas que me gustan de los viajes misioneros de corto plazo es que proveen para nuestros jóvenes experiencias fascinantes y relaciones con otros fuera de la ciudad y más allá de nuestras fronteras. Hoy más que nunca tenemos muchas oportunidades para servir a nuestro prójimo “Globalmente” y hacer una diferencia tanto cerca como lejos. 

No hay una escasez de posibilidades para involucrarnos. La pregunta es: ¿Dónde comenzamos? ¿Cómo desciframos cuál de estos muchos problemas debemos resolver? Acá va una idea: “Mira ampliamente e Involúcrate profundamente”

Hay muchos problemas y lugares que requieren bastante atención de nosotros para responder de manera igualitaria. La realidad es: “NO PODEMOS HACER TODO”.

Por lo cual, a continuación déjame compartirte algunas sugerencias que te permitirán avanzar en esta iniciativa.

1. Escoge un problema:
¿Qué problemática juvenil a nivel global pesa más en tu corazón? ¿Qué causa parece ser importante para el grupo juvenil de tu iglesia local? Ora para saber cuál puede ser la mejor manera de involucrarte en esta causa.

2. Escoge un lugar:
Luego escoge “donde” de una manera más tangible puedes involucrarte en este problema. Uno de esos lugares ya lo has escogido  es tu propio barrio o ciudad.

Necesitamos ver nuestra misión y servicio como una extensión de nuestra presencia local.

Sería un error preocuparte más acerca de la pobreza en Etiopia mientras ignoras la pobreza en tu propio barrio o ciudad. Mantén el cuadro grande en mente e involúcrate con problemas específicos en lugares específicos tanto local como globalmente.

3. Asóciate con los expertos:
En lo personal soy de las personas que creen que los adolescentes y jóvenes no son la iglesia del mañana. Ellos son parte integral de la iglesia HOY. Pero no deberíamos establecer que nuestros jóvenes por si solos van a resolver el problema de la inmigración, la pobreza y la guerra. Mientras creemos que ellos son parte de la solución, también necesitamos la guía de organizaciones y expertos que han dedicado años de estudio, trabajo y carreras enteras para explorar como podemos responder mejor a los problemas urgentes de nuestro mundo. Nuestro servicio y ministerio será más fructífero cuando nos asociamos con quienes tienen la experiencia en los problemas y lugares que deseamos abordar.

4. Hagámoslo Mutuo
Tener un impacto Global inevitablemente incluye conexiones tanto global como local.

Pareciera que todavía existe la tendencia de una sola vía en nuestro alcance global, diciendo: “Aquí esta lo que tenemos que ofrecer al mundo”. Pero déjame decirte que hay iglesias que están creciendo más rápido en Asia y África que en muchos de nuestros países y ciudades locales. No es que ellos no necesiten nada de nosotros o no tenemos nada que ofrecer. Al contrario, hay recursos y necesidades en ambos lados de la relación, por eso necesitamos hacerlo mutuo.

¿Cómo se vería desarrollar una relación Global entre iglesias urbanas e iglesias rurales; entre un grupo juvenil en Ciudad de México con un grupo juvenil en Kenia o Bulgaria?

Ambos grupos pueden recibir beneficios. Entre los líderes, por ejemplo, pueden compartir lo que ambos experimentan a través de caminar con los desafíos de la adolescencia.

5. Cultivemos relaciones culturales inteligentes
El ministerio juvenil tiene verdadero impacto cuando entendemos la importancia de las relaciones. La mejor manera de alcanzar la vida de un joven es pasando tiempo con ellos, buscando maneras de entenderles y expresando las particularidades de la fe en formas que se conecten con su entendimiento cultural. Esto no es como un Checklist: “Ir y limpiar un parque, pintar casas en Haití o ayudar en la reconstrucción en Japón”. Esas tareas es parte de cómo “servimos”, pero sin relaciones es tan equivocado como un pastor de jóvenes que no construye relaciones con sus adolescentes. En la vida real, el ministerio juvenil, sucede cuando estamos CERCA.

6. Involucremos a la iglesia “Grande”
Necesitamos asegurarnos que estamos incluyendo a nuestra iglesia local y sus líderes como parte de este proceso. Comenzar una conversación con los líderes claves acerca de su visión para las misiones Globales tanto cerca como lejos. Si es posible, integrar los esfuerzos del ministerio juvenil con los esfuerzos de la iglesia local. Si existe una visión limitada entre los líderes de la iglesia, comienza pequeño con tu propio grupo. Toma un problema que impacte a personas tanto en tu ciudad como en un lugar clave más allá de tus fronteras, e involúcrate. Explícales a tus jóvenes que “misiones” implica mucho más que “hacer” o “ir”. Misiones es un estilo de vida.

¡Los Jóvenes pueden cambiar el mundo!
La historia está llena de ejemplos que personas que hicieron cosas significativas globalmente. Solo miremos las escrituras: Ejemplos como el de Samuel, David, Josías, Ester, Timoteo y muchos discípulos que hicieron una diferencia en el mundo antes de los 20 años. Por otro lado imagina, ¿Qué padre intencionalmente confió a su único hijo a una madre adolescente? Bueno, Dios lo hizo.

Alejandro el grande fundó su primera colonia cuando tenía 16 años y el Papa Juan XII tenía solo 18 años cuando comenzó su papado en el año 995. Juana de Arco alcanzó sus grandes victorias en nombre de los franceses antes que fuera ejecutada a la edad de 20 años y Mary Shelley escribió Frankenstein a los 19 años.

Muchos de nosotros no estamos lidiando con jóvenes que comienzan colonias o llegan a ser Papas o escriben una novela clásica. A veces pareciera que los jóvenes con los que estamos rodeados solo piensan en sí mismos, absortos de una realidad más allá de su barrio y socialmente insensibles. Pero muchos jóvenes, que han entendido lo que Dios les ha dado y comprenden su rol en la sociedad, están ávidos de hacer una diferencia tanto cerca como lejos.

Escucha sus sueños, sopla vida en ellos y discipúlalos para que puedan hacer una diferencia en el mundo.

Nuestros jóvenes tienen el potencial para responder y satisfacer algunas de estas necesidades en nuestra aldea global. ¿Qué harás tú como líder para provocar esto?

¡Levante, piensa Globalmente y cambia TU mundo!

Bendiciones

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