Romanos 12:21
"No te dejes vencer por el mal; al contrario, vence el mal con el bien".
Los termómetros sirven para medir la temperatura. Dondequiera que los pongas no tardarán en realizar su función. Los termostatos son diferentes. Son dispositivos que se usan para variar la temperatura. Si hace frío, regulando el termostato el ambiente se calienta. Si hace calor, el termostato pone más frío.
Mucha gente es como los termómetros. Se sienten según como esté el ambiente. Si todos están animados, ellos lo están. Si los demás se quejan o son mediocres ellos asumen la misma posición. Dios nos exhorta a ser termostatos. Nos llama a que podamos cambiar el ambiente de forma positiva. Si el ambiente no está adecuado, los termostatos lo regularizan. Si solo hay tristeza ellos ponen alegría. Si hay desconsuelo, aportan esperanza. Si hay rencor y envidia en el ambiente ellos lo cambian por amor y estímulo.
Los jóvenes termómetros se dejan influenciar de tal manera por el ambiente que su manera de actuar, pensar y sentir depende solo de con quién están y donde estén.
Los termostatos toman la iniciativa. Empiezan por cosas simples como por ejemplo no esperar a que los saluden, ellos lo hacen primero. No dependen del ambiente para hacer lo correcto, simplemente lo hacen. Si sienten que el ambiente no es el correcto no se quejan ni se desaniman sino que toman acción para cambiarlo.
Muchas veces escuché a alguien decir: "Nadie me quiere". Siempre fueron termómetros los que decían esto. Los termostatos dan amor a los demás y por eso es que también lo reciben. Ayudan a otros cuando lo necesitan y por eso es que reciben ayuda cuando son ellos los que necesitan algún favor.
Pregúntate esto:
En términos generales ¿Soy termómetro o termostato?
¿Cómo puedo cambiar el ambiente a mi derredor?
"Querido Dios, quiero vencer con el bien el mal. Ayúdame a ser como un termostato, para que pueda cambiar el ambiente a mi derredor".
BENDICIONES
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