DIOS ES NUESTRO CONSUELO EN LA TRIBULACION

2Corintios 1:3-7

1:3 Bendito sea el Dios y Padre
de nuestro Señor Jesucristo,
Padre de misericordias y
Dios de toda CONSOLACION,

1:4 el cual nos CONSUELA
en todas nuestras tribulaciones,
para que podamos también nosotros CONSOLAR
a los que están en cualquier tribulación,
por medio de la CONSOLACION con que nosotros
somos CONSOLADOS por Dios.

1:5 Porque de la manera
que abundan en nosotros
las aflicciones de Cristo,
así abunda también por el mismo Cristo
nuestra CONSOLACION.

1:6 Pero si somos atribulados,
es para vuestra CONSOLACION y salvación;
o si somos CONSOLADOS,
es para vuestra CONSOLACION y salvación,
la cual se opera en el sufrir
las mismas aflicciones
que nosotros también padecemos.

1:7 Y nuestra esperanza
respecto de vosotros es firme,
pues sabemos que así como sois compañeros
en las aflicciones,
también lo sois en la CONSOLACION.


En este episodio bíblico, el Apóstol Pablo nos enseña y da ejemplo
respecto a la Consolación de Dios.

¿Cómo actúa la Consolación de Dios en mi vida personal?

¿Cómo actúa la Consolación de Dios hacia mis hermanos y semejantes?


REFLEXIONA:

La Consolación es el bálsamo que apacigua todo dolor y desespero en medio de las pruebas.
La Consolación fortalece nuestra alma proveyendo la esperanza y la confianza en Dios.
La Consolación nos permite elevarnos hasta la presencia de Dios y reposar en sus brazos.
La Consolación es, en el abrazo de nuestros hermanos, la manifestación del abrazo de Dios.
La Consolación es un gran destello de amor que nos mueve en misericordia unos con otros.
La Consolación nos da fuerza para sobreponernos a todo lo malo sabiendo que después vendrá algo mejor.
La Consolación es lo que nos hace mirar las circunstancias con los ojos de Dios y no con los nuestros.
La Consolación nos hace partícipes de la gracia de Cristo, sintiéndonos más identificados con El Salvador.
La Consolación permite que aprendamos a vivir las Sagradas Escrituras tal como son.
La Consolación es una virtud natural en el cristiano verdadero, el que da frutos de Espíritu Santo,
en toda aquella persona que manifiesta la presencia del Espírtiu de Dios.


CONCEPTOS CRISTIANOS:

- La Consolación es una de las principales formas con la cual servimos a nuestro prójimo y a nuestros hermanos. Sin embargo, cuando estamos involucrados en la obra de Dios, o sea, sirviendo en las diversas áreas dentro del ministerio, la Consolación se hace más necesaria y evidente, pues es una manifestación que se desarrolla mucho más cuando nos capacitamos en los dones espirituales que Dios nos ha dado y a medida que aumentamos la efectividad de los frutos del Espíritu Santo.

- Para aquellos que sirven o colaboran en las áreas sociales de la iglesia, la Consolación es un requisito INDISPENSABLE.

- Para quienes sirven o colaboran en los grupos de oración, intercesión, consejería, guerra espiritual, la Consolación es una de las armas más LIBERADORAS aplicadas a aquellos que están sufriendo ataduras, maldiciones y heridas del alma. Hemos visto gran cantidad de personas ser liberadas al ser consoladas con el abrazo de un hermano, con palabras de aliento y ánimo, con la lectura de una simples tarjeta de cumpleaños o una carta.

- La Consolación en la mayoría de los casos produce lágrimas, grandes quebrantamientos del alma, mucho llanto. Llorar es bueno cuando esas lágrimas son provocadas por la Consolación del Espíritu Santo.
- La Consolación desencadena dolores y suelta la Unción Santa que ayuda a sanar las muchas heridas del alma.



En la Santa Biblia, encontramos estos versículos que nos explican referente a la procedencia de la Consolación de Dios. ¿De dónde proviene la Consolación de Dios, cómo recibirla? Ella se encuentra en la misma presencia del Espíritu Santo, en la comunión del Hombre con Dios.

Juan 14:16: Y yo rogaré al Padre, y os dará otro CONSOLADOR, para que esté con vosotros para siempre:

Juan 14:26: Mas el CONSOLADOR, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.

Juan 15:26: Pero cuando venga el CONSOLADOR, a quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio acerca de mí.

Juan 16:7: Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuera, el CONSOLADOR no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré.

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En este día de, clamamos por la Consolación de Dios derramándose sobre la Tierra, para que ésta se manifieste con poder y en toda su plenitud en mi vida, en tu vida y en la vida de cada hermano, el que está cerca y el que está lejano... Para que a través de nosotros, La Iglesia de Jesucristo, aquellos que nos rodean y todas las naciones de la Tierra, puedan ser ministradas y consoladas por la Consolación de Dios. Que haya amor y misericordia en nuestros corazones mas allá de nuestras necesidades y flaquezas, para que estemos atentos y sensibles a la necesidad y el verdadero dolor de todos aquellos que nos rodean. Que la consolación de Dios se manifieste en nuestras vidas de tal manera, que podamos aún amar a nuestros enemigos, orar por los que nos persiguen y bendecir a aquellos que nos aborrecen. En este día necesitamos más de la Consolación de Dios en nuestras vidas, necesitamos ser consolados por Dios, y aprender a consolar como Dios espera que lo hagamos, y no como a nosotros nos place o nos parece.

Que Dios nos bendiga en este día, Dios nos fortalezca y nos dé crecimiento en su Gracia y en su Verdad.
Dios haga de nosotros, La Iglesia de Jesucristo, instrumentos útiles en sus manos, para sus propósitos, para su gloria, sobretodo para la Consolación que Él está dispuesto a derramar sobre cada alma en cada lugar.

Oramos y lo declaramos en el nombre de Jesús. Amén.

BENDICIONES