No hay familia que se salve de los problemas de convivencia y de trato cuando hay adolescentes y jóvenes viviendo en casa, o como diría Lucas Leys: “Socorro!, hay un padre en mi casa!.
Esto pasa hasta en las mejores familias. En las familias cristianas y no cristianas, en la casa de los pastores, en la de los ministros más relevantes y en la casa de tu vecino. Como te dije al principio nadie se salva!. Es algo “normal”, por eso es importante saber cómo enfrentarnos a estas situaciones de conflicto. Tanto padres como hijos deben colaborar para entablar y llevar adelante una buena convivencia.
Estos consejos que siguen a continuación, son para jóvenes que están dispuestos a hacer un esfuerzo y un pequeño sacrificio para llevarse super bien con sus padres y de paso sacar crédito de una buena relación.
No se trata de aprovecharte de tus padres, manipulándolos, sino de abrir el juego de la negociación, ganarte la confianza y demostrar que si se puede conversar contigo.
El problema es que para conseguir lo que te dije en el párrafo anterior, se necesita la habilidad de conversar, de saber escuchar y esto se refleja en una persona que demuestra al menos un poquito de madurez, y sabemos que a veces estas cosas… no te salen tan fáciles!. Pero vamos! Que si te lo propones, se puede!
Acá va la Receta:
• SE SINCERO: Cuéntales las cosas más importantes. Sobre todo cuando te metiste en problemas! Aunque de entrada te regañen, ellos valorarán que se enteraron por ti. Es importante que le digas siempre la verdad de a dónde vas o donde estas, no solo porque decir la verdad es lo correcto, sino también por tu seguridad.
• GANATE LA CONFIANZA: No hay nada más tonto que demostrarles a tus papás que NO pueden confiar en ti. Eso restringirá tus permisos, aumentará los controles y las preguntas incómodas. Es por eso que debes hacer un esfuerzo en hacer lo que lo que te piden. Como por ejemplo: vuelve a horario, atiende tu celular cuando ellos te llaman, contesta las preguntas que te hagan, avisa cuando llegues tarde o cambies de planes.
• ASUME TU PARTE: En toda discusión hay dos partes que interactúan. Seguramente, tus padres, muchas veces estén equivocados o no entiendan lo que te está pasando. Pero es importante que asumas tu parte y te des cuenta cuando la discusión se te vaya de las manos. Trata de no gritar ni de irte a tu cuarto sin haber terminado la conversación. Sé que es difícil, pero es signo de madurez. Lleva tiempo tener una buena actitud ante los problemas, incluso todavía hay adultos que no saben manejar los momentos incómodos y de confrontación.
• PIDE CONSEJO: Si quieres que tus papás te adoren… pídeles consejo! Nunca falla.
• ORA POR TU FAMILIA: Pídele a Dios no solo por tus cosas sino también por las de tus padres y hermanos. Recuerda que La Oración del justo puede mucho. Esto te ayudará a ser más sensible a la necesidad de los que viven contigo y a no centrarte siempre en ti.
• TEN BUENAS ACTITUDES: Este es otro consejo que puede hacer muy feliz a tus papás. Recuerda o anota las fechas importantes como: Días de las madres, cumpleaños, etc. No hace falta que gastes dinero. Corta unas flores del jardín de tu vecino! Haz una tarjeta bien bonita diciendo cuanto los quieres y que valoras todo lo que hacen por ti! Y listo… quedaste super bien.
• NUNCA LOS DEJES MAL PARADOS: Escucha esto: Nunca pero nunca hables mal de ellos frente a otras personas. Esto es parte de cumplir el mandamiento de honrar a tus padres.
• HAZLOS PARTE DE TU VIDA: Comparte de vez en cuando algo que te guste hacer con ellos. Cuéntales del chico o la chica que te gusta. Diles cuando estés preocupado y habla con ellos en vez de tener mal humor. Quizás no lo creas, pero ellos tienen interesantes ideas para ayudarte con tus cosas. Vean una película juntos.
• DALES EL GUSTO (de vez en cuando): Yo sé que es tedioso… pero una vez cada tanto, no interrumpas cuando tu papá vuelva a contar por ver número 57 esa historia de su infancia, es más hazle preguntas sobre eso!. No siempre hay que escuchar tu música, deja que mamá pueda escuchar lo que a ella le gusta aunque tengas que taparte los oídos. Deja abrazarte y sorprende con un abrazo y un beso de buenas noches. Preséntales a tus amigos. Aunque sea una vez a la semana ordena tu cuarto y guarda la ropa.
Seguro piensas… esta hombre está loco! No sabe ni donde vivo ni como es mi familia. Y si, tienes razón, no lo sé. Pero lo que si se es que esta receta para la buena y pacífica convivencia, no falla! Son increíbles los beneficios que traerá a tu vida el llevarte bien con tus padres. No solo serás de bendición, sino que tu presencia en casa será bienvenida y celebrada.
Dios te bendiga joven y sigue adelante
Shalom
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